
Imagen: Hola News.
Ciudad de México, 4 jun (RHC) La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, criticó este miércoles el aumento de aranceles al acero y aluminio que la víspera confirmó el Gobierno de Estados Unidos.
“Es una medida que consideramos injusta, es una medida para todo el mundo, no solo para México”, dijo la mandataria durante una rueda de prensa en la que anticipó que, si no hay antes un acuerdo, su Gobierno anunciará la semana próxima las políticas con las que responderá a Estados Unidos.
La orden que el presidente estadounidense Donald Trump firmó el martes aumenta un 50% en los aranceles a las importaciones de acero y aluminio al resto de los países, con excepción de Gran Bretaña, que las deja en 25%, con el argumento de que este comercio en sus condiciones actuales “amenazan con perjudicar la seguridad nacional de Estados Unidos”.
Sheinbaum explicó que la decisión no tiene sentido porque la balanza comercial le es favorable a Estados Unidos, es decir que México importa más de lo que exporta en acero y en aluminio.
“Desde nuestra perspectiva no tiene sustento legal porque hay un tratado comercial”, dijo al recordar que México, Estados Unidos y Canadá forman parte del acuerdo conocido como T-MEC.
También impugnó la premisa de que se trata de un asunto de seguridad nacional, ya que la propia Casa Blanca ha reconocido que la colaboración con México en ésta y en otras áreas “es muy buena”.
Con respecto a la estrategia que seguirá su Gobierno, señaló que hoy mismo se reunirá con las cámaras mexicanas de acero y aluminio del país y que el próximo viernes el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Estados Unidos para reunirse con el secretario de Comercio de la administración Trump, Howard Lutnick.
“Si no hay un acuerdo ya nosotros estaríamos anunciando (una respuesta) la próxima semana (...) No tiene que ver con un ojo por ojo, sino con una protección de nuestra industria y nuestro empleo”, expresó.
En un breve mensaje antes de reunirse con directivos de la guía Michelin, Marcelo Ebrard Casaubón, aseguró que nadie ganó con esta medida comercial impuesta por el mandatario estadunidense.
Ebrard enfatizó en que esta medida va en contra de los intereses de ambos países, dado que el acero se usa principalmente en industrias que son indispensables para las economías de la región, como son la automotriz, construcción, metalmecánica y electrónica, entre otras. Me preguntan que cómo veo esta medida. Pues la veo injusta, la veo insostenible y la veo inconveniente, dijo.
Entran en vigor aranceles al acero y al aluminio hasta el 50%
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó la víspera una orden ejecutiva que duplica los aranceles a las importaciones de acero y aluminio del 25% al 50%.
La medida, que entrará en vigor este miércoles, aumenta los impuestos a la importación de estos metales —insumos clave para todo tipo de productos, desde automóviles hasta alimentos enlatados— por segunda vez desde marzo.
Trump ha afirmado que la medida busca asegurar el futuro de la industria siderúrgica estadounidense.
Sin embargo, los críticos afirman que estos aranceles podrían causar estragos en los productores de acero fuera de Estados Unidos, provocar represalias de los socios comerciales de Washington y tener un coste muy alto para los usuarios de estos metales.
Horas antes de que Trump aumentara los aranceles, muchas empresas directamente afectadas apenas podían creer que el plan avanzara, esperando que resultara ser algo temporal o una especie de estratagema negociadora.
Reino Unido obtuvo una exención, manteniendo los aranceles sobre su acero y aluminio en un 25%, en un acuerdo que, según Trump, reflejaba las negociaciones comerciales en curso con Londres.
“La cuestión siempre con Trump es: ¿es una táctica o un plan a largo plazo?”, se preguntó Rick Huether, director ejecutivo de Independent Can Co, una empresa con sede en Maryland que importa acero de Europa y lo transforma en latas decorativas para galletas, cajas de palomitas y otros productos.
Añadió que había suspendido las inversiones y temía que los cambios abruptos y las subidas de precios llevaran a sus clientes a recurrir a alternativas como las cajas de plástico o papel. “Hay mucho caos”, dijo.
Estados Unidos es el mayor importador de acero del mundo, después de la Unión Europea, y obtiene la mayor parte del metal de Canadá, Brasil, México y Corea del Sur, según el gobierno estadounidense.
Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, invocando una ley que le otorga autoridad para proteger industrias consideradas vitales para la seguridad nacional.
Sin embargo, muchas importaciones finalmente escaparon a los aranceles después de que Estados Unidos alcanzara acuerdos comerciales con sus aliados y concediera exenciones a ciertas importaciones a petición de las empresas.
Trump puso fin a estas exenciones en marzo, manifestando su descontento con la forma en que se habían debilitado las protecciones.
En un mitin el viernes en una fábrica de acero, Trump afirmó que quería elevar los aranceles tanto que las empresas estadounidenses no tuvieran otra alternativa que comprar a proveedores estadounidenses.
“Nadie va a eludir eso”, dijo sobre la tasa del 50%. “Eso significa que nadie podrá robarles la industria. Con el 25%, pueden saltar esa barrera. Con el 50%, ya no pueden saltarla”.
Hasta mayo, las importaciones y el ritmo de producción de acero crudo en Estados Unidos habían cambiado poco desde el año pasado, antes de que Trump aumentara los aranceles, según el Instituto Estadounidense del Hierro y el Acero.
Sin embargo, las importaciones de acero cayeron un 17% en abril, en comparación con marzo. Y las empresas que venden estos metales a Estados Unidos afirmaron que esperaban que el último anuncio de Trump provocara una caída aún más drástica. (Fuente: Cubadebate).