Instrumento de la CIA destina fondos a la desestabilización de Cuba

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-10-24 10:22:42

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Por: Roberto Morejón

Las administraciones de Estados Unidos persisten en quebrantar desde lo interno al sistema político cubano y con ese objetivo destinan partidas millonarias.

El sitio Cuba Money Project, que durante años reveló planes del gobierno estadounidense para alterar el sosiego en el archipiélago caribeño, se refirió recientemente a cómo la Fundación Nacional para la Democracia destinó cuatro millones de dólares con fines subversivos durante 2017.

Aclaremos que la citada Fundación, más conocida por sus siglas en inglés NED, es denunciada como una estructura pantalla del gobierno estadounidense para ejecutar trabajos turbios dirigidos a cambios de régimen.

Aunque su misión de fachada es la promoción de la democracia, en el caso de Cuba la NED gastó la suma apuntada para socavar la calma, con
el pretexto -aparentemente inocuo- de consolidar los derechos humanos, grupos juveniles y la libertad de expresión.

De acuerdo con el sitio Cuba Money Project, de los cuatro millones de dólares asignados una suma importante se reservó a portales digitales para la manipulación de noticias, mentir abiertamente y alentar campañas mediáticas adversas.

La Fundación Nacional para la Democracia en su encomienda de herramienta de la CIA, Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, también utilizó parte de la subvención del gobierno del país norteño para pagar a grupúsculos contrarrevolucionarios cubanos, autotitulados defensores de las prerrogativas ciudadanas.

Denuncias previas a la de Cuba Money Project formuladas por otras fuentes dignas de crédito subrayaron el interés de la NED de captar jóvenes de la mayor isla de las Antillas para atentar contra la paz interna y crear líderes con vistas a ejecutar mandatos de centros de poder en el exterior.

Junto a la Fundación Nacional para la Democracia se mueven otros resortes para confundir y manipular a los cubanos bajo banderas aparentemente altruistas, a cuyo empeño se suma sin escrúpulos el propio gobierno estadounidense.

El presupuesto aprobado por el Congreso de Estados Unidos para financiar  la ejecutoria del gobierno hasta mediados del año en curso incluyó 20 millones de dólares para la sedición en Cuba.

La asignación oficial contrastó con la rebaja de recursos monetarios de la administración de Donald Trump al Departamento de Estado y a la ayuda a países pobres.

O sea, a pesar de los pregonados “ahorros” de gastos en el entramado oficial, la administración estadounidense no escatima en financiar el hostigamiento a países que, como Cuba, Venezuela y Nicaragua, considera “herejes” por defender un rumbo político independiente.



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