Por: Roberto Morejón

Con grandes esfuerzos y en medio de limitaciones materiales por el bloqueo estadounidense y el impacto de la pandemia, los cubanos tratan de evitar el estancamiento de la economía, para cuyo avance hay trazadas estrategias.

Después de un 2020 atípico por su crudeza, la mayor de las Antillas entró 2021 en una lucha titánica contra la COVID-19 .

Con extremas precauciones para No cerrar totalmente la producción y los servicios, el país impulsa diversas líneas de acción en la economía.

El ordenamiento monetario constituye uno de los flancos cardinales de la Estrategia Económico-Social para el impulso del país y por su carácter abarcador es necesario para progresar en las restantes trasformaciones.

La adecuación monetaria es crucial porque abarca la unificación pecuniaria y cambiaria, la eliminación de subsidios excesivos y gratuidades incorrectas, así como un viraje en los ingresos.

Hablamos de un proceso que ayudará asimismo al incremento de la inversión extranjera, otro de los proyectos básicos de la actualidad.

Expertos indican que el ingreso de capitales y tecnologías en Cuba se concretará desde ahora en una economía con mejor alineación de su sistema monetario.

En lo adelanto a los inversionistas y empresarios les será más fácil valorar los riesgos financieros y computar los costos y regresos de las inversiones.

Potenciar las exportaciones, la sustitución de importaciones y la inversión extranjera son otras  prioridades, en estos casos para la Cámara de Comercio de la República de Cuba.

A ese destino deben aportar igualmente los trabajadores autónomos, ahora estimulados por la ampliación de las actividades autorizadas.

Al multiplicarse las ocupaciones permitidas de 127 a cerca de 2 mil, se crean nuevas facilidades para las más de 600 mil personas enroladas y a las que se incorporen en el futuro.

Los llamados aquí cuentapropistas deberán colaborar con el objetivo del país de desatar las fuerzas productivas, hacia donde también es perentorio aportar desde la tierra.

A los municipios les encargan fomentar el autoabastecimiento en alimentos, un propósito nunca esbozado, pues siempre se pensó más en importar que en cosechar para comer.

Como se aprecia son múltiples las encomiendas de la economía cubana y por ellas deben darlo todo los cubanos, única forma de mitigar los actuales déficits en los abastecimientos de mercados y tiendas.