La educación podrá salvar la especie

Editado por Maria Calvo
2016-08-10 11:04:18

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foto: María Calvo

por Roberto Morejón

Los cubanos son exigentes con el sistema de enseñanza, pero reconocen el escaño alcanzado por el país tanto en la alfabetización como en la instrucción gratuita para todos, horizontes por los que ha trabajado el líder histórico de la Revolución Fidel Castro.

A las puertas de su onomástico 90 es justo destacar el papel jugado en Cuba a favor de la enseñanza y la cultura general por quien pronunció una frase tan concisa e infalible: “solo la educación podrá salvar nuestra especie”.

En un mensaje a pedagogos congregados en La Habana en octubre de 2004, el Comandante en Jefe Fidel Castro enalteció el rol que juegan en Cuba los instructores de arte, una fuerza prometedora con la misión “de expandir el arte por toda la nación”.

El autor de la misiva defendió el principio de que esos guías enseñaran al pueblo a apreciar la riqueza espiritual del país y de la humanidad y contribuyeran a forjar una cultura general integral.

Bienhechor de la difusión de las ideas para el fortalecimiento patriótico, el pensador eminente valoró altamente cómo los conceptos y argumentos ayudan a impulsar realizaciones que transforman la sociedad.

Más de una vez aludió al poder casi avasallador de los grandes medios masivos de comunicación en un mundo globalizado con tendencia a imponer un único patrón cultural, el emanado del Norte industrializado.

En la clausura de un Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, reflexionó Fidel Castro sobre el dolor generado cuando los sociólogos investigan el conocimiento atesorado por niños y adolescentes del subcontinente de los personajes símbolos de la gran industria de Hollywood.

Es un hecho horripilante ---dijo en diciembre de 1985--- que 70 y 80% de los niños identifican a los personajes de las tiras cinematográficas enviadas en masa por Occidente y desconocen los protagonistas de la independencia de sus patrias.

Para el orador, constituye un anhelo utilizar los medios masivos de comunicación como instrumentos de la ciencia y el arte de instruir y educar.

Por supuesto, esos medios, sin embargo, no pueden sustituir, y menos superar, a los padres, maestros y profesores porque ---dijo-- “educar es la palabra clave”.

Para quien en su alegato “La historia me absolverá” trazara un panorama desolador de la enseñanza en la pseudorrepública, era vital que la Revolución triunfante resolviera 6 problemas básicos: salud, desempleo, vivienda, industrialización, tierra y educación.

Con el movimiento popular encabezado por la generación del centenario se dio, efectivamente, un vuelco en la educación en Cuba a partir de1959.

La educación constituye uno de los pilares del proceso revolucionario y ese principio afianzó raíces por el desvelo del dirigente que comandara a los insurrectos en la Sierra Maestra.



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