Rumbo al esqueleto de Puerto Rico

Editado por Martha Ríos
2018-02-06 15:11:42

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Borinquen sufre todavía las heridas del huracán María. Foto: Archivo

Por Nicanor León Cotayo

Mientras Donald Trump aumentó 54 mil millones de dólares a su presupuesto militar, Puerto Rico sufre todavía los desastres del huracán María que le abatió meses atrás.

El pasado primero de febrero, varias organizaciones boricuas de la ciudad de Nueva York protestaron por la privatización del sistema eléctrico de su territorio.

Amplios sectores de ese país, como la agrupación A Call to Action on Puerto Rico, revelaron entonces que el manejo de su administración colonial tras el paso de ese fenómeno natural devino grave fracaso.

Y considera, además, que hubo una intención criminal que propició el desplome de su infraestructura material: carreteras, puentes, diques, sistema de energía eléctrica, de acueductos, escuelas, agricultura y vivienda.

Expresó que "se abrió así la oportunidad para los buitres carroñeros de Wall Street de profundizar en su agenda de saqueo y ocupación de nuestro territorio nacional".

A la vez, "denunciamos la situación de deterioro político, económico y social que vive nuestro pueblo".

Según la referida organización, en Puerto Rico existe una situación caótica.

Lorraine Liriano, portavoz de Call To Action on Puerto Rico, aseveró que ya perdieron unos 45 mil empleos, más de 1.2 millones de personas todavía permanecen sin servicio eléctrico, cerca del 30% de los pequeños negocios han cerrado, y medio millón de boricuas han sido empujados a salir al exterior.

Norma Pérez, maestra de la ciudad de Nueva York, dijo que el anuncio del cierre adicional de 305 escuelas dejaría sin empleo a miles de maestros y, por lo tanto, sin recibir clases a un número similar de escolares.

A ello se agrega, según Pérez, el recorte de unos 400 millones de dólares a la Universidad de Puerto Rico.

He aquí la agonía que viven numerosos boricuas, a quienes resulta cada vez más difícil convencer cuando les aseguran que pertenecen a un Estado Libre Asociado.

Y no, simplemente, a un territorio colonial de Estados Unidos donde los tratan como ciudadanos de segunda o tercera categoría.

(Tomado de Cubasí)



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