Israel: perfumes del fascismo

Editado por Maite González Martínez
2019-03-21 08:11:19

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La ministra de justicia israelí Ayelet Shaked anuncia en un vídeo electoral un  el perfume 'Fascismo',

Por: Roberto Morejón

Las corrientes racistas y de derecha al límite así como la violencia de Estado llevan a Israel a los extremos comportamientos del ser humano, como lo evidencia la ministra de Justicia, en su campaña electoral.

Ante el declive de simpatizantes, la ultraconservadora titular, Ayelet Shaked, promovió un video para defender el atractivo de un supuesto perfume llamado Fascismo.

Si bien la también legisladora de 42 años trata de ironizar en el audiovisual las críticas recibidas por su propuesta de reformar tajantemente el sistema judicial, lo que hace es glorificar las conductas más radicales.

NO por casualidad la señora Shaked es uno de los exponentes más retrógrados de la administración del primer ministro, Benjamín Netanyahu, donde anidan ultraderechistas, xenófobos y partidarios del exterminio de los palestinos.

Asociarse a las etiquetas del fascismo constituye una aberración ideológica, política y moral, aunque el móvil aparente fuera captar electores.

Pero la postura de la Ministra de cara a las elecciones en Israel del nueve de abril está lejos de representar una excepción o una broma de pésimo gusto.

El Estado judío arrincona a la población árabe residente allí, defiende la colonización en Cisjordania, bombardea Gaza y boicotea suministros esenciales a esa población.

Israel surge con la apelación a la limpieza étnica, lo que constituye una paradoja, pues los judíos fueron víctimas del exterminio aplicado por la Alemania nazi.

Ocupante de extensos territorios desde la guerra de mil 967, entre ellos la península de Golán, el régimen de Tel Aviv rueda pendiente abajo por sus prácticas defensoras de la utopía racista.

El odio hacia el diferente asociado al neoliberalismo rampante vigente en Israel se extiende o entronca con comportamientos similares en Europa, donde los ultranacionalistas ganan espacio electoral y cuotas de poder.

Llamativamente, hoy proliferan caudillos extremistas como el estadounidense Donald Trump o el brasileño Jair Bolsonaro, quienes adoran al sionismo con sus doctrinas expansionistas, violadoras de los derechos humanos.

También avanzan en el mundo las tesis sobre la supuesta supremacía blanca, el evangelismo ortodoxo, las políticas anti-inmigrantes, la islamofobia y hasta la misoginia, con puentes sólidos hacia actitudes en boga en Israel.

Téngase en cuenta que ese país eliminó recientemente cualquier relación a la democracia en su nueva Ley del Estado-nación.

En ese contexto, NO es de extrañar la aparición del mensaje proselitista de la ministra de Justicia, vendiendo un supuesto perfume con el nombre de Fascismo, adornado con los estándares del mundo moderno.



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