Por: Roberto Morejón
Uno de los proyectos de paz más prestigioso a nivel internacional fue impedido de entrar en contacto nuevamente con Cuba a causa del bloqueo de Estados Unidos, reforzado recientemente.
La administración del presidente Donald Trump que ha llevado al país norteño a abanderarse en el mundo como el emperador de las sanciones, bloqueos y ultimátums, amplió hace poco sus penalizaciones contra Cuba.
Como parte de ellas no pueden desplazarse a la mayor de las Antillas embarcaciones, incluso en la modalidad de cruceros.
Por ese absurdo apremio se ve imposibilitado de atracar en el puerto de La Habana el buque de la Organización NO Gubernamental japonesa Peace Boat que cada año realiza la gira Crucero por la Paz.
Por ser propiedad estadounidense, la nave que esa organización japonesa arrendó en 2012 NO podrá arribar a costas cubanas el 13 de junio como hizo en 18 ocasiones anteriores, para regocijo de los lugareños y de los promotores.
Recordemos que Barco de la Paz es una organización NO gubernamental con un buque insignia del mismo nombre, cuyo objetivo es incentivar la concordia, el respeto a los derechos humanos, el desarrollo sostenido y la conciencia sobre el cuidado del medio ambiente.
Los artífices del proyecto trabajan para construir una cultura de armonía en el mundo y conectan a las personas a través de las fronteras para el aprendizaje, el activismo y la cooperación.
Como el compromiso de los cubanos con la paz y el multilateralismo es permanente, siempre fue emotiva la acogida a las anteriores expediciones de la Organización NO Gubernamental de Japón.
Así lo subrayan las dos reuniones en La Habana del líder histórico de la Revolución Fidel Castro con miembros del Crucero por la Paz en 2010 y 2012.
En la expedición de 2017 fue significativa para los cubanos la presencia entre los viajeros de Tokuko Kimura, sobreviviente del ataque atómico de Estados Unidos contra Japón en mil 945, y de víctimas del accidente ocurrido en la central nuclear de Fukushima en 2011.
Ahora debemos lamentar la anulación de otro acercamiento entre los integrantes de Crucero por la paz y los cubanos.
El bloqueo estadounidense obstaculiza otra vez las manifestaciones a favor de solidaridad, amistad y entendimiento entre los pueblos.
Los cubanos reafirman su alta estima por la iniciativa Crucero por la paz y agradecen que la expedición portara una modesta ayuda para los damnificados por el tornado que afectó a La Habana en enero último.
La cultura del odio NO podrá frenar las acciones para que callen las armas, a las que más pueblos se suman cada día. FIN
