América Latina con más desposeídos

Editado por Maite González Martínez
2021-03-05 07:05:58

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp

Por: Roberto Morejón

Si bien existían estadísticas elocuentes sobre la marca sanitaria indeleble de la pandemia por el nuevo coronavirus en América Latina, faltaban las del  impacto social, pero la CEPAL las aportó.

La Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe ofreció lúgubres indicadores en la región correspondientes a 2020.

La pobreza extrema alcanzó entonces los mayores niveles en 20 años a causa de la crisis provocada por la COVID-19 .

Dicho de otra forma, 12,5 por ciento de la población de América Latina, 78 millones de personas, sufren  pobreza extrema, 8 millones más en relación con 2019.

En cuanto a la pobreza en general, la fuente llevó el total a 209 millones a finales de 2020, 22 más que el año precedente, para casi 34 por ciento, la mayor cota en 12 años.

Pero los anteriores No son los únicos inventarios sobrecogedores al saberse de una desocupación regional ubicada en 10,7 por ciento al cierre de 2020, frente a 8,1% en 2019.

Si se observa el estado educacional, la COVID-19 le asestó un duro golpe porque cerca de 60 por ciento de todos los niños y adolescentes perdieron un año escolar completo.

Lo anterior se enlaza con un presente nada halagüeño porque la enfermedad está lejos de erradicarse en la región al sur del Río Bravo.

Pese a la llegada de las vacunas, el procedimiento transcurre lenta y desigualmente hasta pronosticarse que América Latina y el Caribe no alcanzarán la inmunidad de rebaño durante 2021.

A ello contribuirá el hecho de que estas tierras enfrentaron la pandemia con sistemas de salud fragmentados y desiguales, y con déficit en recursos humanos, tecnológicos e infraestructura.

No por casualidad con 8,4 por ciento de la población mundial, América Latina registró 27,8 por ciento de las muertes a esa escala por el virus.

Era suficiente para estremecer los cimientos de una región agobiada desde antes de la emergencia sanitaria.

Ya se sabe de las brechas sociales y aguda desigualdad en el subcontinente, ahora agudizados por la crisis económica, al concluir 2020 con una contracción de 7,7 por ciento del Producto Interno Bruto.

Ante tanta presión y sin importar el desafío del nuevo coronavirus, las sociedades reclaman más paridad.

Sin embargo, los gobiernos no acaban de entender la relevancia de afrontar unidos, aun en la diversidad, los retos sanitarios y económicos. 



Comentarios


Deja un comentario
Todos los campos son requeridos
No será publicado
captcha challenge
up