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Por: Roberto Morejón

El cine latinoamericano y la enseñanza de las artes en Cuba se regocijan porque la directora de fotografía boliviana Daniela Cajías ganó un importante premio en España.

De 40 años, la artista fue la directora de Fotografía del filme “Las niñas”, merecedor del premio Goya a la mejor película, el de la dirección novel de la española Pilar Palomero y el de guión original.

La boliviana Cajías se alzó con el de la dirección de Fotografía, la primera vez que una mujer en esa especialidad adquiría ese alto honor.

Cajías, quien dedicó su galardón a sus seres queridos en Bolivia, amigos y artistas, inició sus estudios de Fotografía en Argentina y más tarde matriculó en una importante institución cubana.

Se trata de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en el occidente de Cuba, donde la alumna se graduó en 2008 para después trabajar en varios países.

O sea, Daniela ya borda una trayectoria, pero siempre tiene palabras de agradecimiento hacia lo aprendido en la academia cubana.

Tanto es así que confesó al diario local Juventud Rebelde que su manera de iluminar viene de Cuba y aplaude lo que califica de ingenio de los residentes en ese archipiélago caribeño.

Establecida en 1986, la Escuela de San Antonio, como más la conocen, es una de las dedicadas a la rama audiovisual más importantes en el mundo.

Instaurada como filial de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y respaldada por el Estado cubano, el plantel internacional otorgó posibilidades de superación a jóvenes de América Latina, África y Asia. 

Miles de graduados después convertidos en profesionales pudieron desempeñarse en el audiovisual.

Hablamos de Cuba, un país en el que la educación artística brinda espacios a niños y jóvenes para cursar estudios elementales, medios y superiores de música, danza, artes plásticas y escénicas.

El sistema de educación gratuito gracias al financiamiento del Estado permite identificar a infantes con talento y adiestrarlos, para luego deleitar a públicos diversos.

Si bien algunos planteles se resienten materialmente a causa del bloqueo estadounidense y las limitaciones económicas del país, las diferentes escuelas de arte cubanas encumbran ese tipo de enseñanza.

Cuando un egresado de cualquier nacionalidad en las escuelas cubanas hace gala de destreza, la satisfacción también arropa a los nacidos en la tierra de José Martí.