Perú: guerra sucia

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2021-05-15 07:52:59

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Foto: Archivo/RHC.

Por: Guillermo Alvarado

Faltan tres semanas para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú, donde se enfrentan el profesor Pedro Castillo, quien ofrece un programa de gobierno de corte progresista, y Keiko Fujimori, representante de la derecha neoliberal más conservadora.

Si bien la hija del antiguo gobernante Alberto Fujimori aparecía entre las posibilidades de alcanzar la segunda ronda programada para el 6 de junio, Castillo fue una verdadera sorpresa al imponerse en la primera vuelta con poco más del 19 por ciento de los sufragios.

Los últimos sondeos de intención de voto dan al profesor originario de Cajamarca, e impulsado por la agrupación Perú Libre, el 36,2 por ciento de preferencias, ante los 30 puntos de su rival, propuesta por Fuerza Popular.

Hace unos diez días la diferencia era de nueve unidades, lo que significa que Keiko ha reducido distancias y esto se debe a dos factores en particular.

El primero es que la derecha en su conjunto, tanto dentro como fuera de la nación andina, incluso en Estados Unidos, ve con mejores ojos a una aspirante que, a pesar de las denuncias de corrupción en su contra, mantendrá los privilegios de las tradicionales clases dominantes.

Muchos incluso han abandonado posiciones anti fujimoristas para apoyarla.

El otro factor, que se origina del anterior, es la intensa guerra sucia que se está haciendo a todos los niveles contra Castillo, a quien acusan, por ejemplo, de ser un peligroso representante de una supuesta izquierda extremista.

Los más poderosos medios de comunicación, en manos o a favor del gran empresariado, bombardean minuto a minuto al candidato con los más disparatados mensajes, que calan entre una población por lo general muy poco informada, o con nula formación política.

Un ejemplo de esto es el canal de televisión de la empresa Willax, donde invierten o se anuncian numerosos grupos oligárquicos, que difunde bulos como que, si gana Castillo, el dinero y los recursos de la gente común dejarán de ser de su propiedad y pasarán a convertirse en bienes públicos.

También acusan al profesor de proponerse destruir a las corporaciones extranjeras que explotan los recursos naturales, lo que alejaría a la inversión foránea. Nada de eso es verdad.

El candidato de Perú Libre dijo que va a renegociar con las firmas para cambiar los términos de la distribución de las riquezas, de tal manera que la mayor parte ingresen al Estado. También propone que esas empresas utilicen  una parte de sus ganancias para reinvertir en el país.

La idea es asustar a la gente para que no vote, o lo haga a favor de quienes los explotan, esquilman y mantienen en una humillante pobreza.   



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