Una amenaza constante a la integridad de Cuba

Editado por Maite González
2022-02-24 07:40:20

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Por María Josefina Arce

El mundo volvió a protagonizar una nueva jornada contra las bases militares, que se extienden por unos cien países y que constituyen una permanente amenaza a la paz, la soberanía y autodeterminación de los pueblos.

Estos enclaves, en su mayoría norteamericanos, y que han sido esenciales para la invasión de otros países, tienen por demás,  grandes repercusiones sociales y ambientales para los territorios donde se encuentran ubicados.

Las comunidades que viven cerca registran un alto índice de violaciones cometidas por soldados extranjeros, crímenes violentos, contaminación ambiental y riesgos para la salud.

En los últimos tiempos se han empleado para la detención y la tortura. Precisamente el ejemplo más conocido es el de la ilegal base naval estadounidense de Guantánamo, en el oriente de Cuba, país que desarrolló en las últimas horas un tuitazo mundial, en respuesta a la convocatoria del Consejo Mundial de la Paz de efectuar acciones en rechazo a la existencia de estos enclaves en suelo extranjero.

En reiteradas ocasiones las autoridades cubanas han denunciado la existencia de esta instalación militar en territorio ilegalmente ocupado por Estados Unidos  y  que constituye una afrenta a su soberanía y una amenaza a su integridad.

En contra de la voluntad del gobierno y el pueblo cubanos mantiene Estados Unidos esa base, que el pasado mes de enero cumplió 20 años de ser utilizada como un centro de detención y abusos, como parte de la supuesta lucha contra el terrorismo de Estados Unidos y que ha servido de pretexto para la ocupación y agresión a otros pueblos.

El ahogamiento fingido, privación del sueño o la exposición a temperaturas extremas han sido algunas de las torturas usadas  por Washington. Expertos de la ONU han rechazado las continuas violaciones de las garantías fundamentales de los detenidos y afirmado que esas prácticas son inaceptables para cualquier gobierno, pero particularmente para el estadounidense que se dice protector de los derechos humanos.

En ese enclave todavía hoy permanecen unos 39 presos, en su mayoría en un limbo legal, en una abierta violación de sus prerrogativas y del derecho internacional.

Desde la base naval de Guantánamo se han perpetrado innumerables acciones provocativas, como el lanzamiento en nuestro territorio de materiales inflamables desde aviones procedentes del enclave militar, disparos de soldados norteamericanos contra las postas cubanas de guardafronteras y el asesinato en los primeros años de la revolución de ciudadanos cubanos que trabajaban en esas instalaciones.

Por demás, estudios realizados arrojaron que la ilegítima base naval provoca graves afectaciones a los suelos de esa zona, al obstruir el drenaje de la cuenca formada por los ríos Guantánamo y Guaso.

Igualmente su existencia frena el desarrollo socioeconómico del área, ya que impide la exploración de la bahía por su legítimo dueño, el pueblo cubano.

A más de un  siglo después de impuesta al pueblo cubano, en contra de su voluntad, y a pesar de convenciones internacionales que confirman su ilegalidad, la base naval de Estados Unidos en Guantánamo continúa siendo una afrenta a nuestra soberanía y una amenaza constante a nuestra integridad



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