Foto. Telesur
Por: Roberto Morejón
La atmósfera social se ha caldeado en Panamá y diversos grupos, incluyendo maestros, indígenas, sindicatos y estudiantes han protagonizado protestas en relación con asuntos muy diversos.
En manifestaciones, marchas y declaraciones a la prensa, muchos panameños demuestran su irritación ante reformas de la Ley 462 sobre la Caja de Seguro Social, la situación laboral y un memorándum firmado por el gobierno local con Estados Unidos.
¡Son tantas las aristas por las que se lucha en el país centroamericano!, exclamó un vocero sindical al referirse al gobierno del presidente José Raúl Mulino.
Sectores crecientes se proponen derrotar la Ley 462 sobre la Caja de Seguridad Social, por considerarla perjudicial a los trabajadores y sus familias.
En las comunidades también ganó resentimiento la posible reapertura de una mina de cobre cerrada luego de que la justicia consideró inconstitucional el contrato de concesión en 2023.
Grupos de estudiantes y administrativos de la Universidad de Panamá que habían ido a marchas pacíficas denunciaron hechos de violencia policial.
Tanto los alumnos de ese centro de altos estudios como los del Instituto Nacional desfilaron como lo hicieron hace décadas en defensa de la soberanía.
Lo hicieron por estar preocupados por los resultados de las visitas por separado a Panamá de los secretarios norteamericanos de Estado, Marco Rubio, y de Defensa, Pete Hegseth.
De ahí emergieron acuerdos sobre la presencia militar de efectivos de la potencia del Norte en la Zona del Canal así como de buques y aviones del Pentágono y el emplazamiento disimulado de bases.
Se trata de pasos que al decir de líderes sindicales constituyen una afrenta a la soberanía nacional y una violación de la Carta Magna, aunque el gobierno lo niega.
No pocos repudian declaraciones del secretario de Defensa Pete Hegseth, quien sugirió que las tropas de Estados Unidos deberían regresar a Panamá para proteger la vía interoceánica de lo que denominó “influencia maligna” de China.
Los panameños y el resto de la comunidad internacional no olvidan la insistencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de retomar el control de su país del Canal de Panamá.
Recordemos que Estados Unidos desmanteló sus enclaves bélicos en Panamá al entregar en 1999 la vía marítima, en cumplimiento de tratados firmados en 1977.
Los testimonios y recuerdos de aquellos años de lucha contra la presencia extranjera siguen intactos, cuando los panameños se cuestionan hasta la misma legitimidad del sistema político.
