
Reducir la pobreza, compromiso del gobierno de Uruguay
por María Josefina Arce
Cuando el pasado primero de marzo Yamandú Orsi, del izquierdista Frente Amplio, asumió la presidencia de Uruguay afirmó que buscaría durante su mandato revertir problemas urgentes, entre los que está la pobreza, que incide con fuerza en diversos sectores, especialmente el infantil.
Es este un gran reto del nuevo gobierno, pues un informe actualizado del Instituto Nacional de Estadística reveló que el índice de pobreza del país suramericano es aún mayor de lo que se reflejaba hasta el momento.
Los datos, que sitúan en 17, 3 el por ciento de la población uruguaya afectada en 2024 por este flagelo, fueron calculados ahora con la metodología y la canasta de bienes y servicios creada en el 2017, y no con la que se tomaba como referencia hasta ese momento que era la de 2006, calificada de desactualizada por los expertos.
Los nuevos datos reafirman que la población más joven es la que más padece la insuficiencia de ingresos. Concretamente la pobreza alcanza al 32, 2% de los menores de seis años de edad, una cifra que ha impactado a la sociedad.
A partir de esa edad y hasta los 12 años afecta a 28,1%, mientras que se sitúa en 27, 5% entre los jóvenes de entre 13 y 17 años.
De ahí que el gobierno tenga entre sus prioridades enfrentar esta situación, pues como el mismo Orsi afirmó en su discurso de investidura un país que no cuida a sus niños y niñas no se cuida asi mismo.
Señaló por demás, que no hay infancia pobre, sin adultos pobres, por lo que se impone que tengan acceso al mercado laboral, con salarios dignos y los beneficios de la seguridad social.
Especial atención, han señalado las autoridades, requiere también la situación de los hogares a cargo de mujeres, donde la pobreza se situó en 2024 en 16,1%.
El nuevo gobierno busca reordenar los recursos del Estado para llevar adelante eficazmente sus políticas sociales, al tiempo que estudia nuevas propuestas.
Y como ha asegurado está comprometido en estos cinco años en lograr una reducción fuerte de la pobreza en general y en específico entre la población infantil, que constituye el futuro del país.