
Por: Roberto Morejón
El 20 de mayo transcurrió con la normalidad habitual para los cubanos, sumidos en la resistencia y lucha creativa en medio de carencias acentuadas derivadas del bloqueo estadounidense, pero sin añoranzas por una fecha que quiere imponer la ultraderecha de Miami, el inicio de la República, en 1902, en la práctica atada a Washington.
Como señalan historiadores y otros expertos, la república fundada el 20 de mayo de 1902 puede ser calificada de neocolonial, pues se estableció bajo el control de la potencia del Norte.
La burguesía de Cuba aceptó la intervención de la potencia y cercenó cualquier arreglo con los mambises que lucharon con enormes sacrificios y a costa de su sangre contra el dominio español.
Fue una república ligada a la Enmienda Platt que quebrantaba la independencia nacional y ofertaba a Washington la capacidad de intervenir en el archipiélago caribeño.
Fue un período de casi medio siglo en el que se consumó la ocupación militar de un país que intervino en la contienda conocida como Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana, con el pretexto de la voladura del acorazado Maine.
La invocada república establecida con Tomás Estrada Palma al frente, subordinado a Washington, diluía los anhelos de dirigentes revolucionarios como José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez y otros patriotas que combatieron contra los colonialistas españoles por alcanzar para el país la libertad e independencia.
Lo que los conservadores califican de república democrática incluyó el advenimiento de dictaduras como las de Gerardo Machado y Fulgencio Batista, y de gobiernos dóciles.
Ellos permitieron que en poco tiempo Estados Unidos controlara casi toda la economía nacional, autorizara préstamos de extorsión y fiscalizara los medios de comunicación.
La república vacía de contenido y de un Estado nacional al servicio de las mayorías concluiría después del triunfo de los insurrectos en la Sierra Maestra, con Fidel Castro al frente, en mil 1959.
El líder histórico afirmó: “La República no fue libre en 1895 y el sueño de los mambises se frustró a última hora”.
Suenan vacuas las palabras utilizadas por el Secretario norteamericano de Estado, Marco Rubio, quien en un mensaje dijo felicitar a los cubanos por el 20 de mayo de 1902, con motivo de lo que llamó Día de la independencia de la isla.
El ex senador se refería en realidad a una seudo “República”, fórmula pro-anexionista con atuendo de independencia.