El campo comienza a dar más posibilidades a brasileños

Editado por María Candela
2025-06-05 17:40:34

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Foto: Agencia Brasil

Por: Radio Habana Cuba

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, promueve en el Grupo de los 20 la denominada Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, pero en su país también impulsa la distribución de tierras para una mayor producción de alimentos. 

Además de estimular una plataforma de intercambio de experiencias a la que se sumaron decenas de países, el ex dirigente sindical mira hacia lo interno y acelera la repartición de tierras para la reforma agraria. 

Destinada a pequeños productores y familias de labriegos, la política muestra avances, si bien demoró en despegar por la desarticulación de instancias estatales durante el mandato del ultraderechista ex presidente Jair Bolsonaro.

El Ministerio brasileño de Desarrollo Agrario informó que el gobierno registró a unas 50 mil familias en 2023 y más de 74 mil en 2024, con la aspiración de arribar a las 300 mil al concluir el mandato de Lula en 2026. 

Hace pocos días, el líder brasileño entregó más de 10 mil hectáreas de tierras a familias de campesinos en el sureño estado de Paraná, donde subrayó la prioridad de la reforma agraria.

Las autoridades del gigante sudamericano combaten la falta de acceso a los alimentos, de ahí las periódicas cesiones de tierras a pequeños productores, con énfasis en la agricultura familiar. 

Desde su asunción al cargo, el Primer Mandatario abogó por evitar conflictos y muertes en los campos, por lo cual instruyó el registro de tierras y la creación de asentamientos. 

El Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria, desmantelado por Bolsonaro, toma otros aires, y organiza la entrega de lotes a integrantes del Movimiento de los Sin Tierra.

Esa organización es partidaria de lo que llama “democratización del campo” y del aporte sustentable de alimentos. 

No ha sido fácil ejecutar los planes, pues sectores conservadores hostigan a los Sin Tierra y rechazan la reforma agraria, mientras respaldan la alta concentración de parcelas en pocas manos. 

El Censo agropecuario de 2017 reveló que cerca del uno por ciento de los propietarios de tierra en Brasil controlaban casi 50 por ciento del área rural del país. 

Ante tales evidencias, el gobierno de Lula fomenta visitas a las áreas productivas en los campos y articula decretos de expropiación como parte del programa “Tierra de la gente”. 

De manera que a pesar de los obstáculos, maniobras,  campañas mediáticas adversas y la herencia nefasta del bolsonarismo, Brasil trata de atender reclamos añejos de movimientos populares. FIN



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