Captura de pantalla de Tiempo.hn

Por: Roberto Morejón

El apoyo público a la expresidenta Cristina Fernández continuó con énfasis bajo el balcón de su apartamento en Buenos Aires, en medio del jolgorio de la derecha, en la creencia de que ahora ella será borrada del espectro político argentino.

La ex Jefa de Estado es víctima de una trama político- judicial, impulsada por las élites económicas y la derecha para neutralizar su liderazgo. 

Esas fuerzas trabajaron con urgencia para impedir que Cristina Fernández se presentara como candidata a diputada en próximas elecciones regionales. 

Impuesta de una pena de seis años de cárcel e inhabilitación perpetua de ejercer cargos públicos por supuestos actos de corrupción analizados en el llamado caso Vialidad, Cristina cumplirá la sentencia en su domicilio, no sin antes impedir maniobras para que fuera a una cárcel común. 

De todas formas las instancias judiciales lograron limitar al máximo su actividad partidaria.

Medios de prensa y políticos conservadores obsesionados con anular a la exprimera mandataria escandalizaron porque la líder se asomó al balcón de su casa a saludar a simpatizantes.

Esas fuerzas retrógradas quieren la inmovilización popular, pero sufrieron un revés al repetirse en Buenos Aires una concentración solidaria hacia Cristina.

Los seguidores fueron ante el balcón, homenajearon a la dirigente peronista y rechazaron su condena judicial. 

Pero no por ello sus enemigos se frenan e incluso pugnan porque le coloquen una tobillera electrónica, como un medio más para criminalizarla y humillarla.

Su maldad contrasta con el hecho de que solo 16 por ciento de los genocidas de la dictadura que purgan una prisión domiciliaria en Argentina tienen colocado tobillera.

La agresiva ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha activado protocolos intimidatorios para argentinos que llegan de asentamientos populosos para acercarse al domicilio de Cristina.

Incluso, los adversarios de la prestigiosa autoridad política tratan de obstaculizar que ella aparezca en imágenes en fotos o en videos vitoreada por la población.

Frente a tales maniobras para doblegarla, la ex gobernante se muestra tranquila y fuerte. 

Además de recibir el saludo de sus compatriotas, sus abogados llevarán el caso a organismos internacionales, donde lo mostrarán como un ejemplo de lawfare o politización de la justicia.

Ya se anuncia el plan del presidente brasileño Lula Da Silva para intentar una visita a Cristina en el futuro próximo, en tanto Gustavo Petro, de Colombia, y Claudia Sheinbaum, de México, expresaron rechazo a la condena. 

Para muchos argentinos se abre un futuro incierto, pues como dijo el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, "todo anda mal, la economía y la libertad. Quieren disciplinar a los que piensan distinto".