19 de mayo, Martí hizo Patria para todos los tiempos

Editado por María Candela
2025-05-19 11:38:41

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Por: Arelys García Acosta*

Vino al mundo para hacer Patria. De su padre Mariano Martí heredó el sentido de lo justo y la rectitud; de su madre Leonor, la bondad y la sencillez. Y de su maestro Rafael María de Mendive aprendió a amar a Cuba; que era, entonces, pensar esta isla no inclinada ante los reyes de España.

José Martí hizo Patria desde Cuba. Cuando la juventud apenas asomaba en su cuerpo, ideó El Diablo cojuelo, aquel periódico donde le dio vida a Abdala, un guerrero que blandió su lanza por Nubia; tierra pisoteada por huestes invasoras.

El Maestro hizo Patria desde España. A suelo peninsular arribó con las llagas abiertas en el tobillo por el pesado grillete de la cárcel habanera. A ese país llegó desterrado; allí escribió El presidio político en Cuba. Cada frase, palabra, letra destila dolor y denuncia, sangre y solidaridad; solidaridad con los presos que conoció tras las rejas y en las canteras.

El Maestro también hizo Patria desde la emigración en Estados Unidos. Allí reverenció a los viejos guerreros; atento escuchó sus historias mambisas, protagonizadas en la manigua; atento escuchó, igualmente, sus recelos, sus dudas hacia los paladines por nacer. Con la paciencia de líder político, tendió puentes entre los caudillos y los pinos nuevos; y en esa otra épica, encontró hombro seguro en nuestro Mayor General Serafín Sánchez Valdivia.

En Estados Unidos, el 14 de marzo de 1892 Martí fundó Patria, un periódico para la Revolución, iniciada aquella mañana de octubre de 1868, cuando Carlos Manuel de Céspedes desenvainó su voz, mientras las campanas de ingenio La Demajagua anunciaban la libertad.

En Estados Unidos, el 10 de abril de 1892 el artífice de la Guerra Necesaria creó el Partido Revolucionario Cubano, el partido de la unidad; clase magistral para todos los tiempos.

Desde Nueva York, Martí partió a finales de enero de 1895 rumbo a República Dominicana para ir al encuentro del Generalísimo Máximo Gómez. Y en Montecristi volvieron a abrazarse ambos estrategas. De tierra dominicana a Playita de Cajobabo, en el Oriente de Cuba. Con la luna sobre sus espaldas arribaron el 11 de abril de 1895. Arribaron para dar pelea por Cuba en el mismísimo campo de batalla.

Y el 19 de mayo de 1895, en Dos Ríos, Oriente, todo acabó y todo empezó. Todo acabó porque el Maestro partió físicamente; partió quien se negó a aguardar las noticias del curso de la guerra en una oficina en Nueva York. Todo empezó porque el Maestro, a pesar de la muerte, estuvo más cerca del sol y, aún hoy, sigue entre nosotros.

*corresponsal de Radio Habana Cuba en Sancti Spíritus



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