Gaza destruida. Dolor e impotencia ante la muerte. Foto: Archivo/Prensa Latina

Por Kiki Corona e Isis María Allen

"Una madre no debería temer angustiada por el sonido que viene del cielo, ni un niño aprender a esconderse de la muerte antes de soñar con cantar una canción infantil…"

Estas son de las ideas que con exquisita profundidad y humanismo publica el reconocido cantautor cubano Kiki Corona en la red social Facebook, en un llamado a la sensibilidad ante un escenario que fue inimaginable para un mundo que se considere civilizado.

Las condiciones infrahumanas que se viven en Gaza y el peligro de una guerra nuclear apresuran la caída en un abismo a partir de decisiones distantes de las aspiraciones y sueños de la mayoría.

“Hoy el mundo se encuentra inquieto y frágil como el cristal de una copa de bacará… porque cuando dos naciones poderosas se confrontan, no solo chocan sus ideas, intereses o gobiernos…También tiemblan las esperanzas y anhelos de millones que solo quieren vivir en calma y en paz.

“Que este momento no nos haga indiferentes - expresa el cantautor-  que esta sacudida nos despierte, no para tomar partido, sino para tomar conciencia. Hoy no se trata de Oriente u Occidente. Se trata de todos.

No podemos acostumbrarnos al miedo, se trata “de no aceptar como ‘normal’ que la vida de miles, cientos de miles, de millones, se decida desde escritorios distantes, insensatos e insensibles.

“Mientras el mundo intenta dormir entre titulares que pesan, que al menos una oración, un pensamiento o un suspiro de buena voluntad se eleve desde cada rincón del planeta.

“Si la esperanza existe porque es inherente al ser humano, deberíamos entonces intentar que impere el reino del sentido común a cambio de la agresividad, la crueldad y el desconcierto...

“Lucho, porque sé que algún día el más grande crimen será pisar una flor”.