Sin aliento quedamos en Radio Habana Cuba el 8 de noviembre de 2025. La noticia de la muerte de la locutora, Lilia Rosa López, la voz que identifica nuestras transmisiones en español, nos hizo regresar a los estudios donde muchas veces sentó cátedra como una de las mejores voces de la Radio Cubana.
Difícil encontrar a Lilia y escapar de su lado sin una sonrisa. Desde muy joven entendió el gran secreto de un buen locutor, la exigencia individual todos los días. Podía emocionarse hasta las lágrimas cuando estaba en alguna actividad de la emisora y le hacían un homenaje.
Identificar Radio Habana Cuba fue su gran sueño. Por eso guardó con especial cariño el día que su colega y jefe de programación de la emisora, Ángel Hernández, la llamó para avisarle que Bellita Borges ya no estaba y que ella era la escogida para ponerle voz a la radio de Cuba que transmite al exterior.
«Me quedé preocupada después de la grabación porque no estaba segura de que hubiera quedado bien», me confesó en una entrevista. Pero Lilia tiene la capacidad especial de dar todos los matices que lleva cada palabra, de otorgarle los colores a cada una y de permanecer en silencio total hasta que el director aprueba su trabajo.
«Lo repetimos todas las veces que quieras», me dijo la tarde que grabamos un radiodocumental que hice junto a la colega Martha Maria Sánchez dedicado al inolvidable maestro de la danza cubana, Fernando Alonso. Como los auténticos maestros Lilia fue exigente y profundamente humana cuando integró los tribunales de evaluación de locutores en el país. Llegaba a cualquier sitio con una humildad enorme y comenzaba un festín singular con sus ocurrencias.
Cuando aparecía alguien intentando halagarla y le decía: «Usted tiene una voz aterciopelada», ella respondía, «Mi voz no es aterciopelada, es aterciopeluda». Un día dejamos de verla con su andar lento por los pasillos de Radio Progreso. Muchas veces hablamos por teléfono. Ya no tenía fuerzas para andar en la calle y su memoria comenzaba a fallar.
«Triste este día desde su último suspiro en la madrugada. Se nos fue una Maestra, un ser excepcional, humanísima, cálida y bellísima voz. Amorosa anfitriona de principiantes, ella que fue siempre tan grande y experimentada. Te vamos a extrañar, Lilia Rosa López, pero queda tu voz en nuestros programas, que es decir, tú misma. Siempre estarás en nosotros», escribe Yuzaima Cardona, directora general de la Radio Cubana.
No te vamos a olvidar Lilia porque con tu apasionada capacidad profesional nos enseñaste como llegar a ser una locutora irrepetible, una amiga divertida y una maestra exigente. El Premio Nacional de la Radio y otros galardones coronaron una vida profesional que extendió a la televisión.
Cada vez que sentimos los acordes iniciales de la identificación de Radio Habana Cuba en español, detenemos la respiración para escucharte con toda la fuerza de la isla en la voz: «Esta es Radio Habana Cuba». Y entonces se hace la magia de la radio. Gracias maestra.
