La Habana, 21 jul (RHC) El embajador de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez Araque expresó este 21 de julio, en La Habana, que no hay fuerza humana que impida la Constituyente, porque su país cuenta con el apoyo popular.

El diplomático explicó, en conferencia de prensa, que el próximo domingo 30 de julio se realizará una consulta al pueblo venezolano para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente.

"Esas personas serán las encargadas de actualizar la Constitución de Venezuela, adoptada en 1999 bajo el liderazgo del Comandante Hugo Chávez", apuntó Rodríguez Araque.

Recordó que desde los tiempos del presidente Chávez (1954-2013), hasta la actualidad con el mandatario Nicolás Maduro, se han efectuado 20 elecciones en el país, entre las que se incluyen consultas y referendos, las cuales han contado con la participación del pueblo.

"Ese es uno de los principios que rigen la política de Maduro, la democracia participativa, a los que se suman la paz y la unidad continental, considerando a América como una sola nación", enfatizó.

Refiere la información del periódico Granma que igualmente, el embajador venezolano en la isla caribeña repudió las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien dijo que impondría sanciones rápidas y firmes a la nación bolivariana si se llevaba adelante la Constituyente.

Explicó que el problema de fondo en esa situación está en el manejo y control del petróleo de Venezuela, una de las grandes potencias exportadoras de ese recurso y poseedor de la mayor reserva de crudo.

"Estados Unidos tuvo por muchos años el monopolio de esa actividad, sin embargo con el gobierno de Chávez y ahora con el de Maduro, Venezuela logró ejercer plenamente la soberanía sobre ese recurso natural", comentó el diplomático.

Al referirse a la violencia desatada en abril por la oposición venezolana, Rodríguez Araque dijo que se trata de hechos focalizados en 17 de los 340 municipios del país, y que una de las tácticas utilizadas es bloquear las vías de tránsito.

Afirmó que el Gobierno venezolano apoya una salida pacífica a los conflictos, sin embargo todo intento de diálogo ha sido rechazado por la oposición.