Estado Unidos es un interlocutor no confiable

Editado por Maite González Martínez
2018-05-10 08:07:28

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Imagen ilustrativa. (Foto/archivo/internet)

Por: Roberto Morejón

La decisión del presidente Donald Trump de darle la espalda al acuerdo nuclear de varias potencias con Irán vuelve al planeta más inseguro.

El magnate neoyorquino cumplió con sus augurios de salirse del tratado a despecho de los consejos de aliados y de las aseveraciones de gobernantes y entidades acerca del acatamiento del documento por Irán.

En efecto, la ONU y el Organismo Internacional de la Energía Atómica refrendaron el cumplimiento de Irán del mencionado compromiso.

Washington acaba de dar un paso amenazador que añade más tensión al ya crispado nexo con Teherán, alimenta los conflictos en Oriente Medio y arroja un  manto de sospechas sobre las intenciones de la administración Trump de cumplir eventuales acuerdos con Corea del Norte.

Como se sabe, la República Popular Democrática de Corea y Estados Unidos organizan una reunión cumbre después de la histórica entrevista entre el líder Kim Jong-un y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, que tantas esperanzas despertó.

Si después de tanta zozobra y amenazas incluso de un conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte con el argumento de los ensayos nucleares de ese último país, fue posible retomar el diálogo, las partes deberían ser muy cuidadosas con sus decisiones.

Y NO se comporta así el gobierno estadounidense al salirse del arreglo nuclear con Irán.

El mundo se pregunta si se podrá confiar en lo que suscriban los enviados de la Casa Blanca en el futuro después de repudiar el pacto firmado por el ex primer mandatario Barack Obama.

Tampoco muestra credibilidad el gobierno estadounidense si solo desea establecer posiciones de fuerza, como reveló el Consejero de Seguridad Nacional John Bolton.

Igualmente despierta incógnitas la actitud del inquilino de la Casa Blanca cuando adopta determinaciones en el plano internacional con consecuencias negativas para las empresas de su país.

Al reimponer sanciones a Irán malogrará proyectos como el del gigante aeroespacial Boeing, comprometido con la nación persa en renovar su flota de aviones.

Similar impacto desestabilizador asesta a la compañía Airbus y otras similares en los terrenos energético y automotriz porque sus representantes avanzaron en discusiones con Irán para invertir en su economía.

Estamos en presencia de un estadista que No se detiene ante nada si puede   neutralizar el legado de su predecesor Obama y adular a su aliado Israel que, no por casualidad, habló recientemente de un supuesto plan nuclear secreto de Irán, sin aportar pruebas.

La burda imputación de Tel Aviv tenía el propósito de otorgarle argumentos a su aliado estadounidense para desertar del acuerdo nuclear con Irán.



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