La portada del The New Yorker mostró la cara de Trump con un tapabocas sobre sus ojos. 9/Marzo/2020

Por: Guillermo Alvarado

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continúa haciendo esfuerzos notables por convencer a todo el mundo de su desdén por la ciencia y su crasa ignorancia sobre la pandemia de covid-19, al punto de rayar en el ridículo con declaraciones sorprendentes.

La verdad es que la tentación de creerle es grande, si no fuese porque él mismo le confesó al periodista Robert Woodward su conocimiento desde el principio acerca del peligro mortal que entraña el SARS-CoV-2.

Su justificación para decir lo contrario a la gente fue que no quería sembrar el pánico en la sociedad, aunque en verdad su pretensión fue mantener funcionando de alguna manera la economía para evitar su colapso, como al final ocurrió debido a la expansión de la enfermedad.

Ya se sabe que eran mentira sus declaraciones de que todo estaba bajo control cuando comenzaron a caer las primeras víctimas, que el virus un día, como por un milagro desaparecería por sí solo, o que su invitación a tomar cloro o inyectarse desinfectantes industriales era una mera ocurrencia.

Lo curioso es que una vez puesto en evidencia tras la publicación del libro de Woodward, titulado Ira, el presidente vuelve a las andadas, aunque se enrede en los conceptos.

Así, declaró hace pocas horas a la cadena ABC News que el coronavirus se irá cuando los estadounidenses desarrollen “mentalidad de rebaño”, dejando estupefactos a no pocos.

En realidad quiso decir “inmunidad de rebaño”, concepto según el cual hace falta que todos se contagien para que el grupo quedará protegido.  Esto fue puesto en práctica en algunos países europeos y resultó un rotundo fracaso, algo que el presidente de la primera potencia mundial debía conocer.

Cuando el entrevistador le pidió que explicara sus palabras, se limitó a responder que todo es cuestión de tiempo, pero con una vacuna podría ser más rápido, sin repetir su promesa de que en octubre, o los primeros días de noviembre, el inmunizante estaría listo para aplicarlo.

Esta semana Estados Unidos cruzará la barrera de los 200 mil muertos por la covid-19 y aunque hay un modesto retroceso en las cifras de contagios y fallecidos, de todas maneras las estadísticas suben y el jefe de la Casa Blanca parece incapaz de comprender lo que está ocurriendo.

Faltan 47 días para las elecciones presidenciales y legislativas y muchos aliados de Trump deben estar preocupados pues, aunque éste mantenga su cargo, el voto de castigo puede modificar la composición del Senado a favor del partido Demócrata, que ya controla la Cámara de Representantes.

Queda circo todavía, amigos.