Auténtica botica francesa en la ciudad de Matanzas

Editado por Maria Calvo
2019-10-23 11:46:54

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En el centro histórico de la ciudad de Matanzas, lejos de la Torre Eiffel o del Museo del Louvre se encuentra la bicentenaria Botica Francesa, única de su tipo conservada hoy en el mundo.

El 1 de enero de 1882 fue inaugurada la droguería en la ciudad de Matanzas, por obra del francés radicado en Cuba, Ernesto Triolet junto al colega Juan Fermín de Figueroa Velis.

Triolet fue un conocedor profundo de los principios activos de las plantas. Exportaba medicamentos a España, Francia y Estados Unidos.

Patentó para la posteridad decenas de medicinas de base natural. Once de ellas fueron premiadas en la famosa Exposición de París de 1900.

En la farmacia existe todavía un cartel que anuncia la efectividad contra el asma y el catarro del jarabe Triolet Café-Compuest.

A este establecimiento acudían las familias más ricas del país, gracias al prestigio alcanzado por sus servicios. Pero los más pobres también podían llegarse y para ellos no se accionaba la caja registradora, gesto que fue recordado siempre por los matanceros.

Esta histórica instalación prestó servicios hasta 1964, cuando fue convertida en museo.

En el local podemos encontrar un extenso legado didáctico, libros de recetas con más de un millón de formulas originales a base de sustancias naturales, así como cientos de ejemplares únicos de farmacia, medicina, química y botánica en español, inglés, francés y alemán.

Más de diez millones de piezas atesoran hoy el museo farmacéutico matancero, entre ellas frascos de porcelana francesa, algunos decorados manualmente, trituradores, morteros,alambiques, etc.

El viejo laboratorio al fondo del patio aún conserva su horno de ladrillos. (Recopilación de agencias)



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