El boicot, lenguaje para hacer entender a Israel

Editado por María Candela
2018-06-02 07:48:57

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Por: Guillermo Alvarado

Durante años el Estado de Israel ha violado las más elementales normas de convivencia internacional, así como no pocas convenciones y acuerdos que intentaron poner freno a sus desmanes, pero la realidad es que los crímenes cotidianos contra el pueblo de Palestina continúan sin una reacción positiva en el resto del mundo.

Más aún, los dirigentes del gobierno sionista se jactan de su actitud y de manera abierta expresan amenazas directas, como hizo hace pocos días el ministro de Seguridad Pública, Gilar Erdan, quien dijo que deberían retomarse los asesinatos selectivos contra los líderes de organizaciones palestinas.

Es grave que un miembro de un gobierno diga esas cosas y nadie haga nada.

Por esta razón, opino que debiera retomarse con fuerza en todo el planeta la iniciativa de boicotear productos israelíes en los mercados, como se hizo en su momento con el hermano genético del sionismo, el apartheid que durante años atormentó a la población negra de Sudáfrica.

Este proyecto tiene como objetivo darle a las personas, la posibilidad de hacer aquello a lo que sus gobiernos se resisten, como lo es castigar a Israel donde a veces suele doler más, en la economía o el bolsillo de los grandes consorcios que sostienen a ese Estado y lucran con el sufrimiento de los palestinos.

La campaña denominada Boicot, Desinversión y Sanciones es una herramienta que ya se aplica en varios países, sobre todo en los europeos que es uno de los mercados más fuertes para las exportaciones que parten desde Tel Aviv.

Existe cantidad de artículos manufacturados en Israel, muchos de ellos en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza explotando terrenos e instalaciones de donde la población palestina fue expulsada por la fuerza.

Patatas, hortalizas, aguacates, frutas y otros vegetales son cosechados en suelos arrebatados a familias palestinas y luego exportados. Una medida es identificar el origen de tales alimentos y no comprarlos.

Israel gana millones de dólares por la venta de dátiles cultivados en las colonias ilegalmente asentadas en Cisjordania. Otro objetivo para el boicot con los cosméticos marca Premier, fabricados en el kibutz Kalia, también en territorios ocupados.

Un producto emblemático es la marca Sodastream, que fabrica máquinas para preparar bebidas carbonatadas a domicilio y tiene su sede en suelo palestino. Asimismo, existe el agua pura embotellada Eden Springs, que explota los recursos hídricos del Golán ocupado ilegalmente.

Este somero listado incluye los medicamentos genéricos marca Teva. Se trata de un tema sensible, pero que a Israel le aporta millones de dólares de ganancias por medio de un mecanismo diabólico. Luego de cada campaña militar contra Gaza, que deja miles de heridos y traumatizados, la comunidad internacional suele enviar ayuda para restañar los daños, pero es Tel Aviv quien decide qué medicamentos entran y cuáles no, lo que beneficia a la empresa Teva que adquiere un enorme mercado cautivo en condiciones monopólicas.  ¿Quiere usted ayudar a la población palestina? Piénselo dos veces antes de comprar cualquier cosa que diga “fabricado en Israel” y prefiera otra opción, que siempre existirá. 



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