Por Nicanor León Cotayo
Si aún resultara necesario caracterizar al presidente, Donald Trump, bastaría recordar sus declaraciones este domingo.
Lo hizo durante una entrevista con la cadena CBS desde su club de golf en Turnberry (Escocia, Reino Unido).
Según Trump la Unión Europea “es un enemigo de Estados Unidos por lo que nos hacen en el comercio”.
Y trató de aclarar: "Bueno, creo que tenemos muchos enemigos. Rusia es enemiga en ciertos aspectos y China es un enemigo económicamente, pero eso no significa que sean malos. No significa nada. Significa que son competitivos".
La agencia noticiosa española EFE recordó desde Washington que en los últimos meses el mandatario ha crispado, aún más, sus relaciones con la Unión Europea, Canadá y México.
En junio canceló la prerrogativa otorgada a los aranceles al acero y al aluminio procedentes de esas naciones.
Lo dicho provocó reacciones similares por parte de tales gobiernos.
Al respecto, Trump señaló: "Amo a esos países, respeto a sus líderes, pero, en un sentido comercial, realmente se han aprovechado de nosotros”, y criticó, “muchos de esos países están en la OTAN y no estaban pagando su parte".
Hasta ahí lo anecdótico, pero, ¿qué significan los más recientes sucesos?
Que la sombra del aislamiento prosigue tocando las puertas de la administración Trump.
Lo demuestran, entre otros ejemplos, el fuerte repudio que ha ocasionado el caso de las numerosas separaciones de padres e hijos.
Junto a ello, la multiplicación de tropiezos en su política migratoria como lo indica su impopular “tolerancia cero”.
Su mal vista retirada de la Cumbre G-7.
El sorprendente rechazo que afrontó días atrás, durante su visita a Londres sintetizado por el gigantesco globo “Bebé-Trump”.
Incluso, con fuertes criticas de diferentes medios de prensa por su comportamiento inadecuado en Gran Bretaña.
Frente a esas importantes dificultades, una aclaración necesaria.
El sólido apoyo a Trump que continúan dispensando influyentes integrantes de las más poderosas corporaciones del país.
En este sentido cabe llamar la atención sobre las consignas del presidente de América Primero y su estridente lealtad hacia determinados sectores blancos allí. Entre quienes Donald Trump goza de un amplio y fuerte respaldo.
(Tomado de Cubasí)
