Las exigencias del “bueno” del Fondo Monetario Internacional

Editado por Maite González Martínez
2018-07-24 08:21:27

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Foto/La Primera Piedra

Por María Josefina Arce.

El Fondo Monetario Internacional “no es malo, sino que quiere ayudar a la Argentina a hacer algo bueno con su economía” esa es la opinión del presidente Mauricio Macri que parece sacada de una novela de ciencia ficción. Todo el mundo sabe lo que implica para los pueblos la presencia del organismo financiero internacional en sus países.

La Argentina misma lo vivió a finales del siglo pasado y principios de este. El estallido social de 2001 fue el resultados de una década de aplicación de las recetas del FMI que incrementaron los niveles de pobreza.

Y como el país sudamericano son muchos los que han sufrido las exigencias del Fondo, con la consiguiente pérdida de la soberanía nacional.

No está quizás, al tanto el mandatario de las recientes protestas en Haití contra el aumento del precio del combustible, una medida acordada en febrero pasado entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional y que implicaban incrementos de hasta 51 por ciento del queroseno, utilizado por la mayoría de los haitianos para alumbrar sus casas y cocinar los alimentos, debido a que no tienen electricidad ni gas.

Otra vez bajo el pretexto de reducir el déficit presupuestario gubernamental y estabilizar la economía, el plan de ajuste afectaría a la gran mayoría de los ciudadanos. Los haitianos no tendrían acceso al combustible que solo pueden comprar gracias a los subsidios, los cuales serían eliminados en virtud del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Tengamos en cuenta que la mayoría de los haitianos aún viven en pobreza extrema, en un país con desempleo generalizado y una alta inflación.

También ha olvidado el mandatario el caso de Grecia. De acuerdo con la televisora TELESUR tras más de siete años de imposiciones financieras a esa nación europea por la profunda crisis económica, los niveles de pobreza son alarmantes y el desempleo roza el 25 por ciento.

Las recetas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea han provocado que la deuda pública ronde el 200 por ciento del Producto Interno Bruto, mientras que la crisis de deuda se ha llevado más del 25 por ciento de la riqueza desde 2010.

Para Georgios Katrougalos, ministro de Asuntos Exteriores de Grecia, el FMI trajo desempleo, pobreza y destruyó al país con sus recetas neoliberales.

Esta es la situación a la que se enfrentan ahora lo argentinos, que en los últimos días rechazaron la presencia en el país de la directora general del organismo financiero, Christine Lagarde. “La dignidad no se negocia” y “NO al FMI” eran algunas de las consignas que coreaban los manifestantes.

Economistas locales estiman que el acuerdo con el Fondo podría profundizar la agenda de recortes sociales que ya ha venido aplicando el gobierno de Mauricio Macri desde que asumiera el poder en diciembre de 2015.

En su cuenta en Twiter el Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, definió muy bien lo que representa el FMI y a lo que se enfrenta el pueblo al escribir “ que el gobierno de Macri pida salvataje al Fondo Monetario Internacional es muestra del proyecto de recolonización que vive Argentina. El FMI fue y siempre será perdida de soberanía: más pagamos, más debemos y menos tenemos.”



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