Caos y sorpresa en Iowa

Editado por Bárbara Gómez
2020-02-08 09:59:44

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Foto:La Razón.

Por: Guillermo Alvarado.

No podía haber sido más tormentoso para el partido Demócrata de Estados Unidos el inicio de la carrera hacia las elecciones presidenciales, que el caos generado en el pequeño estado de Iowa durante el caucus celebrado esta semana.

A pesar de su pequeño tamaño y el escaso número de delegados que aporta a la Convención Nacional donde se confirma la fórmula presidencial, Iowa es considerado como una especie de oráculo para los precandidatos, que suelen ver en sus resultados un anuncio de lo que ocurrirá en lo adelante.

Solo que esta vez las cosas fallaron y más de 24 horas después se mantenía la incógnita acerca de los números definitivos. Todo indica que fue un problema informático el que generó confusión.

La dirección del partido tuvo que pedir disculpas por el bochorno que se hizo a nivel nacional e incluso más allá de las fronteras estadounidenses.

Tras el caos, vino la sorpresa cuando saltó al primer lugar en los resultados el nombre de Pete Buttigieg, entre cuyos méritos hasta entonces figuraban haber sido alcalde de South Bend,  un pequeño pueblo de Indiana, declararse a favor del aborto y no negar su homosexualidad.

Ya con el conteo finalizado, el precandidato quedó por apenas una décima de punto por encima  del veterano senador independiente, Bernie Sanders.

Sanders se autocalifica como “socialista democrático”, una expresión que puede decir mucho, o nada, y su principal oferta a los votantes es ampliar los servicios de salud, el medicare, a toda la población sin excepciones.

Debido a sus abiertas críticas al neoliberalismo, el ala conservadora del partido Demócrata lo rechaza.

En tercer lugar, esto sí sin sorpresa para nadie, quedó la senadora por  Massachusetts  Elízabeth Warren, exprofesora universitaria.

El gran perdedor del caucus fue sin duda alguna el exvicepresidente Joe Biden, de quien los sondeos hablan como el favorito para alzarse con la nominación demócrata, pero que ahora ocupó un modesto cuarto lugar.

De todas maneras Iowa es nada más que el banderazo inicial y lo más importante todavía está por ocurrir, pero si se le hace caso a la tradición tendremos varias sorpresas en esta competencia donde a partir de las venideras semanas irán quedando a la orilla del camino varios aspirantes.

En Estados Unidos la política, recordemos, no es solo cuestión de ver quién tiene el mejor programa, cuanta con mayor atractivo para los votantes o es capaz de convocar a los más grandes mítines.

Lo más importante, a fin de cuentas, es tener una abultada billetera para soportar los gastos, que son millonarios, y llegar al final de las primarias con suficientes reservas financieras y encarar de esta manera el tramo decisivo hacia la Casa Blanca.   

 



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