Por: Guillermo Alvarado
Bajo la consigna de “Uniendo a Estados Unidos”, los miembros del partido Demócrata continúan su convención nacional para proclamar a sus candidatos a la presidencia y vicepresidencia, Joe Biden y Kamala Harris, respectivamente, y tratar de sacar a Donald Trump de la Casa Blanca.
Debido a la pandemia de covid-19 en esta oportunidad no hay grandes reuniones, sino encuentros virtuales de los diferentes sectores de esa agrupación política, seguidos por espectáculos con discursos y música emitidos desde la ciudad de Milwaukee, estado de Wisconsin.
Los cuatro días de proselitismo abrieron el lunes con la participación de la ex primera dama, Michelle Obama y el senador progresista Bernie Sanders.
Continuaron la víspera con los discursos de nominación y apoyo a los candidatos y la votación de los delegados para confirmar a Biden.
Esta noche estará marcada por la alocución de la senadora Harris, quizás uno de los momentos más esperados de la convención porque a nadie escapa que ella se convertirá en el motor impulsor de la campaña, así como el pararrayos ante los ataques de Trump y otros republicanos.
Finalmente, el jueves en la noche Biden aceptará oficialmente la candidatura con la cual pretende rescatar al país de un gobierno errático.
La convención y los dos meses y medio que faltan para las votaciones son una especie de tregua en la tensa pugna entre dos importantes sectores demócratas, los conservadores y los llamados progresistas.
Ese partido ha definido que Estados Unidos se enfrenta a una triple crisis, sanitaria, económica y de racismo sistémico, lo que es exacto.
La pandemia afectó hasta ahora a cinco millones y medio de personas y más de 170 mil perdieron la vida, sin que haya señales de que los contagios comiencen a descender.
Esto ha provocado que la economía esté muy dañada, con una caída de 9,2 puntos en el Producto Interno Bruto durante el segundo trimestre del año, la mayor en casi un siglo.
La discriminación sistemática ha fracturado a la sociedad, como se vio durante las manifestaciones tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía.
Pero hasta ahora, salvo los llamados a la unidad nacional, el partido Demócrata no ha presentado un proyecto detallado y tangible para enfrentar estos retos y los discursos se han limitado a señalar que Trump no es el presidente adecuado, sino más bien el responsable del caos.
Falta escuchar a los principales protagonistas de la campaña para saber si tienen argumentos para encantar a la gran masa de indecisos o, por el contrario, se limitarán a esperar que su rival pierda.
