Foto / Yosdany Morejón

Por: Roberto Morejón

Si bien es más conocida la asistencia en la esfera de la salud, la colaboración cubana con Venezuela también abarca a la rama de la electricidad, castigada por el efecto de las sanciones de Estados Unidos y sabotajes.

Corresponsales de la prensa cubana en Caracas reportaron que una brigada de linieros de esa nacionalidad trata desde hace 10 meses de rehabilitar redes eléctricas, de gran relieve social y turístico para Venezuela.

Como resultado de esa paciente y altamente calificada prestación de servicios, miles de venezolanos han recuperado la conexión a la  electricidad y varias fábricas reanudaron sus aportes.

Los linieros cubanos entrenados en faenas de recuperación en su país tras los recurrentes huracanes, consideran de alta prioridad la misión encargada por Venezuela.

En su agenda destaca la presente atención a los tendidos y subestaciones encargados de tributar energía a Caracas desde varios estados del país.

Meses atrás, los colaboradores cubanos del sector eléctrico rehabilitaron una de las unidades de la Planta Centro , Estado de Carabobo, hasta permitir el proceso de incorporación al Sistema Electroenergético Nacional.

Es justo consignar que la faena de los llegados desde la patria de José Martí se ejecuta en estrecha coordinación con Corpoelec, sociedad anónima gubernamental encargada de la rama eléctrica en Venezuela.

Hablamos de una arista del Convenio Integral de Cooperación, suscrito entre ambos países, mediante el cual poco más de 20 mil cubanos, la mayoría mujeres, están dedicados a las atenciones de salud, sin olvidar la asistencia en educación, deporte, agricultura y cultura.

Tan abarcadora gestión premiada con su gratitud por los venezolanos se inscribe en acuerdos mutuamente ventajosos en la esfera civil, a diferencia de lo que afirmaron funcionarios de la administración del expresidente estadounidense, Donald Trump.

Desde Washington dijeron que Cuba participa en operaciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana o los servicios de Seguridad.

Igualmente propalaron la patraña de que el gobierno de la mayor de las Antillas ejercía control sobre decisiones internas en la nación sudamericana.

Eran argucias para sostener las sanciones contra Venezuela, país determinante en la geopolítica mundial por sus reservas de gas y petróleo, con un gobierno y pueblo celosos guardianes de su soberanía.