
El candidato presidencial de Perú Libre, Pedro Castillo, durante un encuentro político en Ayacucho, el 22 de marzo de 2021. (Foto/ Perú Libre)
Por: Roberto Morejón
Pequeños grupos de extrema derecha y el conservadurismo más poderoso encarnado por el fujimorismo con la ex candidata presidencial Keiko Fujimori a la cabeza, buscan peligrosamente atraer a otros segmentos beligerantes para hacerle harto difícil la gestión o inhabilitar al nuevo Jefe de Estado del Perú, Pedro Castillo.
Con discursos ultrarreaccionarios e incluso racistas al estilo de Donald Trump y Jair Bolsonaro, algunos de los mencionados resortes de opinión califican estridentemente a sus oponentes de terroristas y comunistas.
La referida Keiko Fujimori, hija del ex dictador Alberto Fujimori y depositaria de sus ideas, maniobra junto a otras fuerzas para convertir al Congreso en un valladar infranqueable para los proyectos del presidente de ideas progresistas, Pedro Castillo.
Keiko, quien interpuso casi mil impugnaciones para demorar la proclamación de Castillo, ve con muy buenos ojos algunas manifestaciones en las calles de Lima y otras ciudades para cuestionar los nombramientos de ministros hechos por Castillo.
La prensa corporativa no se queda atrás y acompaña los ataques contra el nuevo gobierno en el Perú.
Hablamos del primer capítulo de una narrativa que intenta aprovechar la polarización política en Perú con motivo de la contienda electoral con vistas a lograr más adelante, si fuera posible, la vacancia del Primer Mandatario desde el Congreso.
Junto a ese propósito tratan de dinamitar el aval de Perú Libre, el partido que respalda a Castillo, con el fin de crear un cisma entre ambos y generar un sentimiento de rechazo de la población hacia ese conglomerado.
La imagen más socorrida por los extremistas es la de presentar a Castillo como la resurrección del marxismo en Sudamérica, como si la guerra fría estuviera de cortina en la trastienda del ruedo político.
No por casualidad ALBA Movimientos, Articulación Continental de Movimientos Sociales y Populares hacia el ALBA, alertó sobre la puesta en marcha de un golpe de estado en Perú.
El Grupo de Puebla, que nuclea a figuras progresistas, hizo la misma alerta.
La movilización activa del pueblo peruano para que NO le dejen arrebatar el triunfo al modesto maestro rural que apoyaron, podrá ser determinante en el futuro si es que prosiguen las pérfidas estratagemas para contravenir el balance de las urnas en la segunda vuelta electoral en Perú.