Por una mayor protección de los trabajadores

Editado por Maite González
2021-08-27 06:51:29

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Por María Josefina Arce.

A partir de la llegada a Cuba de la COVID 19, las autoridades para frenar su propagación y proteger la salud de los ciudadanos recurrieron a modalidades laborales ya contempladas en el Código del Trabajo, aprobado en 2013 por la Asamblea Nacional del Poder Popular, tras un exhaustivo análisis con la población.

Alternativas que, en el tema de empleo y salario, están contempladas igualmente en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista y la Revolución para el periodo 2021-2026.

Y que ya se impulsan en el país desde septiembre de 2019, a partir de la situación energética generada por el recrudecimiento bajo la administración del hoy ex presidente Donald Trump del bloqueo estadounidense.

Se comenzó entonces a incentivar en aquellos centros laborales que sus condiciones lo permitieran el teletrabajo y el trabajo a distancia, no solo para evitar la exposición de los ciudadanos  al virus, sino también para no afectarles salarialmente.

Estás alternativas además de disminuir la movilidad, una medida necesaria para frenar la pandemia, tienen otras ventajas como permitir el ahorro de tiempo y dinero por concepto de desplazamientos, reducir el estrés y facilitar la inserción laboral de personas con algún impedimento físico.

Y así fueron ganando terreno y aceptación entre los pobladores. En 2020, de acuerdo con las autoridades,cerca de medio millón de cubanos estaban incorporados a estas opciones.

Ahora con el fin de perfeccionarlas, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social emitió en los últimos días la resolución 71 de 2021 en la que se dicta el reglamento sobre el trabajo a distancia y el teletrabajo.

La norma es fruto del estudio realizado por expertos, de conjunto con la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, para potenciar y extender el uso de estás modalidades y lograr mayor homogeneidad en su implementación

El  documento precisa que los trabajadores implicados reciben igual retribución por su labor y tienen los mismos deberes y derechos que los que están presentes físicamente en el centro laboral.

Las autoridades han insistido en la implementación de estas dos opciones en las instituciones que tengan condiciones, pues aún, señalan,  existen administraciones que no reconocen su impacto favorable y siguen atadas a viejos esquemas

Incluso una vez superada la pandemia existen razones válidas para continuar optando por estás modalidades, sustentadas legalmente, que traen aparejadas beneficios para los ciudadanos, cuyo mejoramiento de sus condiciones de vida y protección es una constante preocupación del gobierno cubano.



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