¿Se cierra el círculo?

Editado por Maite González
2021-09-01 06:13:27

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Russia Today

Por: Guillermo Alvarado

Quizás todavía sorprendidos ellos mismos por la velocidad y relativa facilidad con que tomaron Afganistán, los combatientes del grupo islámico Talibán finalizaron la víspera la tarea cuando en medio de gran algarabía ocuparon el aeropuerto internacional de Kabul.

Este fue el postrer bastión de las tropas de Estados Unidos y sus principales aliados en una prolongada guerra de 20 años, que dieron por finalizada el lunes cuando el último avión cargado de evacuados, entre civiles y militares, partió de la nación centro asiática.

Atrás dejaron un territorio devastado que fue polígono de pruebas del más moderno armamento del Pentágono, incluida la llamada “madre de todas las bombas”, cuyo poder destructivo sólo está por debajo de un arma nuclear.

Aviones no tripulados, los llamados drones, misiles, helicópteros, cazas, todo lo que el complejo militar industrial fabricó en los últimos 20 años, fue experimentado en ese país, que terminó el conflicto con más de 47 mil 200 civiles muertos, de acuerdo con cálculos muy conservadores.

De hecho, Estados Unidos se fue como llegó, matando inocentes, pues al menos seis niños murieron tras la explosión de un cohete lanzado contra un vehículo que supuestamente amenazaba las instalaciones del aeropuerto.

Una de las tantas preguntas sin respuesta en estos momentos es ¿cómo van a utilizar los talibanes el poder, qué pasará con las mujeres y las niñas, qué destino tendrán los que de alguna manera colaboraron o prestaron servicios a los ocupantes y quedaron abandonados a su suerte?

¿Se abren nuevas expectativas para la sociedad afgana, o se cierra un círculo de dos décadas y la vida seguirá como antes de la ocupación?

Si esto último ocurriera se confirmaría que esta guerra con cientos de miles de muertos y heridos, millones de desplazados y gastos billonarios que fueron a los bolsillos de fabricantes y mercaderes de armas, fue totalmente inútil, como muchos advirtieron cuando George W. Bush la comenzó en 2001.

Estas interrogantes se las hacen también los países del área, entre ellos Pakistán que tiene 2 mil 400 kilómetros de frontera común y alberga a 2,8 millones de afganos, entre refugiados y migrantes indocumentados.

Rusia observa con atención lo que pueda ocurrir a partir de ahora en otras naciones vecinas, que formaron parte de la extinta Unión Soviética y mantienen buenos vínculos con Moscú.

Uno de los temores, que comparte China, es que Afganistán se convierta en un reservorio para grupos extremistas que pretendan desestabilizar la región.

No cabe la menor duda de que Estados Unidos fue derrotado junto a sus aliados, pero es arduo responder a la pregunta: ¿quién ganó en realidad? 



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