
Concentraciones de protesta en EEUU ante el desfile militar de Trump. Imagen:eleconomista
por Guillermo Alvarado
Cientos de miles de manifestantes, según las autoridades, y millones de acuerdo con los organizadores, abarrotaron calles y parques en más de dos mil actos de protesta en todo el país para rechazar las políticas impulsadas por el presidente Donald Trump.
Fue un inmenso No a la reducción de servicios públicos, en particular los recortes de presupuesto y personal en la salud y la educación, la militarización de la represión contra las manifestaciones y el clima de terror implantado contra los inmigrantes, cualquiera que sea su situación legal.
“No tenemos reyes” fue el tema enarbolado a nivel nacional en un claro repudio a las diatribas altisonantes del jefe de la Casa Blanca, quien ese mismo día se “regaló” un desfile militar en Washington para festejar su cumpleaños.
Llamó mucho la atención que en varios lugares entre quienes manifestaron su descontento hacia el presidente fuesen, precisamente jubilados de distintas ramas del Ejército.
“El desfile de Trump no se trata de patriotismo, se trata de poder”, dijo el veterano Naveed Shah, uno de los oradores en Filadelfia.
Martin Luther King, hijo del emblemático luchador por los derechos civiles aseguró estar profundamente preocupado por el uso del temor como arma, utilizar a la inmigración como chivo expiatorio y silenciar la voz del pueblo con la fuerza marcial.
Una combatiente jubilada con grado de capitana señaló que mientras a los marines se les permite aterrorizar a las comunidades, los impuestos que paga la gente se usan para las fantasías dictatoriales del presidente y bombardear y matar de hambre a niños, el país no amerita el sacrificio de los militares.
Grandes ciudades, como Chicago y Nueva York, o pequeñas comunidades rurales, fueron escenario de la gigantesca protesta, la primera que de forma masiva se hace en Estados Unidos contra las veleidades de Donald Trump, dentro y fuera del país.
Un artículo del diario mexicano La Jornada, escrito por sus corresponsales en el país norteño, David Brooks y Jim Cason, señala que en referencia a las marchas en su contra, el presidente dijo “no, nosotros no somos un rey”, utilizando el plural como los trasnochados monarcas europeos.
Lo que hay que reconocerle al caprichoso magnate es que rompió una marca en su mandato, pues aún no se cumplen cinco meses de asumir el cargo, y ya puso a una gran parte del pueblo en su contra, todo un récord.