Trump, la Guerra y la Paz

Editado por Maria Calvo
2025-06-20 10:15:50

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Estados Unidos e Irán, guerra o paz. Captura de pantalla, youtube

por Gillermo Alvarado

El voluble presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puede iniciar en cualquier momento acciones armadas directas contra Irán, pero independientemente de que lo haga o no, lo cierto es que su gobierno ya está involucrado en la guerra que inició Israel con la nación persa.

Esto se debe tanto a las afinidades políticas e intereses hegemónicos compartidos entre Tel Aviv y Washington, como a la notable influencia del sionismo en las estructuras económicas y financieras de la potencia norteña, cuyos bancos se mueven gracias a los capitales con ese origen.

Para nadie es un secreto el papel clave que juegan los denominados “lobbies proisraelíes” en la política exterior de Estados Unidos, un asunto que va más allá de la fachada de los dos partidos, Republicano y Demócrata, y toca directamente el sistema de poder real.

Uno de los más activos es el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel, AIPAC, por sus siglas en inglés, con unos tres millones de miembros y un capital que proviene de fondos e inversiones privadas.

El principal objetivo de este grupo es garantizar la cooperación y ayuda militar desde Washington hacia el Estado sionista.

Esto puede explicar, por ejemplo,  por qué Trump ha dado variaciones tan significativas como reiterar durante su campaña que  pondría fin a todo involucramiento de su país en guerras por todo el mundo, y luego amenazar de muerte al líder iraní Alí Jamenei y exigir una rendición total de esa nación.

Incluso en las últimas horas, cuando el magnate se refiere a ese conflicto utiliza el plural nosotros, es decir Israel y Estados Unidos, lo que consciente o inconscientemente significa que ya está involucrado en él.

El tema es que dentro de su núcleo fuerte, el llamado grupo MAGA, el Make America Great Again, (Hacer grande Estados Unidos de nuevo), ya hay algunas voces disonantes que advierten sobre todos los riesgos de un enfrentamiento militar con Teherán.

Que se sepa, el Pentágono tiene al menos 21 bases militares en esa zona, que van desde Turquía, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, con al menos 40 mil efectivos asentados allí y que serían los primeros blancos para las armas iraníes en caso de conflicto.

Esto significa extender una guerra de imprevisibles consecuencias por toda la zona donde se mueve buena parte del petróleo y otros insumos que requiere occidente, con un impacto brutal en la economía.

Reitero otra vez que a Washington los costos humanitarios, propios o ajenos, lo tienen sin cuidado, pero no ocurre así con la salud financiera.



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