Raúl Trujillo: “Río fue el resultado de una excelente preparación”

Editado por Raúl Rodríguez
2016-09-27 12:12:57

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Por: Harold Iglesias (Cubasí)

Lucha cubana, un deporte que tiene una tradición sólida, fraguada a fuerza de desbalances, volteos, tackles. Viajar en el tiempo de la mano de esa disciplina siempre resulta gratificante si de narrar hazañas de nuestro movimiento deportivo se trata.

Patras, Grecia 2001, marcó un hito, pues gracias al título mundial de Filiberto Azcuy (69 kg), la plata de Ernesto Peña (97), y los bronces de Lázaro Rivas (54) y Roberto Monzón (58) nuestra legión emergió en calidad de monarca del estilo grecorromano, por delante de Rusia 54 puntos por 38, desenlace que no se había vuelto a repetir… hasta los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Espera de 15 años, muchos héroes labrando sus victorias sobre el colchón en ese tiempo, pero ningún otro episodio como el de Patras. Sería la Arena Carioca II el escenario en el cual cinco gladiadores clásicos se encargaron nuevamente de imponerse al elenco ruso, el más potente dentro de la élite universal. Ismael Borrero (59 kg) y Mijaín López (130), en calidad de ases, Yasmany Lugo (98) con su plata épica, y Miguel Martínez (66) y Yurisandi Hernández (75) con demostraciones convincentes, pese a caer en sus respectivas presentaciones iniciales.

En definitiva acumularon 11 batallas airosas en la arena frente a solo tres deslices, 52 puntos a favor y 12 en contra. Muy importante en tales rendimientos resultó la conducción de Raúl Trujillo, quien desde hace casi dos años funge como jefe del colectivo técnico de la lucha greco y reconoció que en Río no hicieron nada extraordinario: “Fue el resultado de una excelente preparación”.

Ganar el torneo olímpico con cinco luchadores, algo sin precedente, ¿la fórmula?

“Los Juegos Olímpicos tienen características especiales, constituyen un evento atípico, por las situaciones que se presentan, los estados de tensión, lo que apuestan los países desarrollados y considerados potencias en materia de dinero y recursos como son en nuestra disciplina Rusia, Azerbaiyán, Turquía, Irán…

"Por ponerte un ejemplo, Azerbaiyán y Rusia desarrollaron la fase final de su preparación en una zona de un elevadísimo nivel de vida cercana a Río como Angra, donde los alojamientos e insumos costaban una fortuna. Bajo esas condiciones, hablamos de un certamen muy fuerte, incluso con hombres de naciones de menos tradición como las africanas (Nigeria, Argelia, Senegal) muy bien preparados.

A tono con ese panorama igualmente nos preparamos muy bien. Aprovechamos al máximo la base de entrenamiento realizada en territorio azerí y luego los torneos preparatorios de Polonia, y Madrid. Intentamos adquirir una visión lo más amplia posible de los contrarios y los diferentes sistemas de lucha en la etapa de la preparación que más lo requería y eso nos aportó muy buenos dividendos”.

Individualmente, ¿pudiera caracterizarnos los rendimientos de sus pupilos?

“Ismael salía con pronóstico de bronce, pese a ser campeón del mundo en Las Vegas, pues esa categoría se perfilaba muy fuerte, al punto de que el iraní Hamid Sourian, as de Londres 2012 y seis veces titular del orbe, quedó en el lugar 11. La estrategia con él fue reservarlo, no mostrarlo mucho, además de que en la recta final presentó una ligera molestia en la región intercostal y debíamos cuidarlo además de limitar un poco el conocimiento sobre él que poseían los posibles oponentes. Tenía muchas miradas sobre él. Los sudcoreanos en suelen hacerlo. Del resto, todos vieron con qué superioridad se impuso en cada combate, convincente, sólido en el trabajo de pie y en cuatro puntos, combinando volteos y desbalances como armas de ʻexterminioʼ sobre el colchón, impecvable en defensa…

 

"Miguel (66) inició con ventaja de 2-0 sobre un azerbaiyano (Rasul Chunayev) muy fuerte, rey del orbe de los 71 kg en Las Vegas, muy fuerte en cualquier posición. Mantuvo esa delantera hasta los 4:30 minutos de acción. Incluso en el descanso le dijimos que mantuviera ese plan táctico, tratando de controlar con la presa dos brazos-un brazo por fuera y tenía muy buena combinación partiendo de esa técnica. Cambió el plan táctico e infelizmente a un luchador de ese nivel no le puedes dar margen. Chunayev es muy efectivo y le propinó un volteo de cuatro puntos que sentenció el pleito. Pese a ello y no poder ser repescado consideramos que se presentó en muy buena forma.

“Yurisandi en los 75 vivió una realidad similar. Luchó muy bien ante el americano Andy Bisek, incluso consideramos que fue víctima de una decisión arbitral desfavorable pues en una acción le otorgaron dos puntos y luego los retiraron tarde, lo que nos confundió a la hora de poder reclamar por el challenger. Ese combate terminó 1-0 favorable al estadounidense, que tiene en su aval dos preseas de bronce Mundial.

"Lugo pensábamos que podía aspirar a bronce. Antes de la competencia analizamos que tenía dos contrarios en extremo exigentes. Lugo se había desempeñado muy bien en España y Polonia.

En Río enfrentó a dos de los mejores hombres de su división: el iraní Ghasem Rezaei (lo derrotó 4-0), y el armenio Artur Aleksanyan en la final, quien no pierde desde el 2014 y se impuso 3-0 a nuestro representante. De Lugo destacar que se nos lesionó los dos tobillos en España en un pleito frente a un egipcio. Estuvo padeciendo durante el cierre preparatorio sometido a tratamiento y ligaduras funcionales, al punto que en la última fase realizó sesiones de entrenamiento sentado para realizar los ejercicios sobre el tren superior y no sobrecargar esos planos musculares. Fue muy bien atendido por el equipo médico, y pudo aliviar esos dolores y tener el desenlace favorable.

Hay un momento en el que el deja debajo al armenio y pudo haberse igualado el combate, pero de cualquier manera el objetivo era imponerse de forma convincente. Hacemos esta aclaración, porque los aficionados se preguntaron sobre su estado anímico, que debió ser un poco más agresivo. Sus dolores le imposibilitaron de realizar más.

A eso sumémosle la emoción de hallarse en una final luego de no haber materializado ningún resultado importante más allá del entorno panamericano desde su corona mundial juvenil en el 2009.

“Mijaín, simplemente excepcional. Se preparó muy bien, no permitió puntos, manejó tácticamente a placer todos sus combates. Abrió frente a un luchador de cuidado como el estonio Heiki Nabi, final de Londres reeditada. Me confesó que inclusive se sentía mejor que en Beijing 2008, su título más convincente. Los test pedagógicos previos a los Juegos arrojaron que se encontraba en una condición muy favorable. Un atleta de ese peso que en un test de potencia aeróbica (velocidad) en 30 segundos, haya realizado 27 proyecciones es un indicador sumamente notable.

Técnicamente hicimos ligeros cambios sobre su forma de tirar el desbalance sumamente conocida, y cambiamos cambiar hacia el otro lado ese movimiento tras el halón. Esos fueron ajustes necesarios tratándose de un luchador de grandes resultados y muy conocido. Además, tuvo varias sesiones de análisis de combates y la noche antes del día de competencia, le mostramos cómo se comportaba el turco en su rutina de pelea, consistente en elevar la intensidad después del primer minuto de batalla. Luego comienza a subir.

Entonces le cambiamos: “Vamos a salirle activo, como eres más alto él te va a entrar por debajo y buscará meterte el hombro. Entonces Mijaín aprovechó su halón. La estategia era halarlo y lograr un pase detrás y trabajar abajo con el desbalance. Mijaín se vio seguro con muy buen agarre y lo levantó y lo tiró. Algo verdaderamente espectacular en ese peso.

El turco comentó con el azerbaiyano Shariati que ahora sintió a Mijaín muy fuerte, como un muro. Un luchador que a pesar de sus 33 años está en plenitud de facultades. De hecho, va a continuar y comienza la semana próxima a prepararse para otra incursión en la Bundesliga alemana, pues le renovaron el contrato.

 

¿Algún cambio significativo en la preselección?

“Mantenemos a los muchachos que ingresaron tras la primera categoría. Completamos cuatro plazas que teníamos vacantes. Este año relativamente muerto nos da un margen mayor para ir preparando a la cantera. De cualquier manera la preparación olímpica no tuvo nada extraordinario. Nos exigimos y cumplimos con lo que teníamos trazado, individualmente preparamos las competencias y analizamos los posibles rivales de cada una de nuestras cartas, según sus potencialidades.

Luego el ensayo competitivo igualmente fue favorable. La base en Azerbaiyán nos dio mucha luz y visión sobre nuestras posibilidades y las tendencias de la lucha greco en el mundo. Luego llegamos con bastante tiempo de adaptación a la sede. Esos elementos nos dieron un medidor y en consonancia salieron los resultados.

Dos años de trabajo al frente de la escuadra, excelentes dividendos, ¿qué cambios le imprimió Trujillo a la metodología?

“Había que ajustar algunas situaciones, como incidir más en el conocimiento de los contrarios, fortalecer aspectos del componente técnico, y paralelamente elevar los parámetros del complemento psicológico. No hubo que incorporar nada extraordinario. Pienso que el conocimiento que manejamos en Cuba sobre la metodología de la lucha es completo, sustentado en un colectivo técnico preparado, con experiencia incluso en otras latitudes, como Mario Olivera y Filiberto Azcuy. Todos fueron además excelentes luchadores en su etapa activa. A ellos se suman Pedro, Leonel, Carlos Ulacia, que son los más experimentados.

Con ese equipo aplicamos los conocimientos. Estuve más de diez años en Portugal trabajando y eso me posibilitó participar en más de 15 certámenes del orbe en diferentes categorías, 13 justas de Europa, incursionar en dos Juegos Olímpicos y conocer los estilos de las diferentes escuelas de lucha. Por ejemplo, la escuela rusa es muy completa, excepcional, no perdían un certamen olímpico desde décadas atrás, luego están los azeríes, armenios (más dinámicos y parecidos a los asiáticos en lo que respecta a su movilidad sobre el colchón). Los países de Europa del Este y nórdicos son muy fuertes, con sus características. Irán posee una academia muy sólida y completa; los japoneses son muy resistentes, trabajan hasta el fin de sus energías, de ahí que sean peligrosos en acciones continuadas.

En nuestro caso, fue crucial conocer debilidades y fortalezas de nuestros atletas. Cuba, desde 1992 se encuentra entre las primeras potencias del mundo, con algunos altibajos pues resulta en extremo difícil mantener de forma constante un resultado de primer nivel, y esas fluctuaciones ligeras resultan normales en el panorama competitivo de máximo nivel en cualquier deporte. Los luchadores cubanos han elevado mucho su perseverancia, deseos de triunfar. Tenemos luchadores con mucha diversidad: rápidos, fuertes, resistentes, técnicos. Considero que poseemos mucha riqueza para trabajar.

¿Consideraciones sobre el trabajo en la base?

“Hay que reconocerlo. Si no fuera por ese sólido quehacer no tuviésemos este palmarés en el alto rendimiento. Es vital y en la lucha se desarrolla uno de los trabajos más serios en todo el país en ese sentido. Nos queda mejorar todavía, enriquecer la lucha y diversificar acciones en los cuatro puntos, enriquecer en sentido general nuestra industria técnica, evitar un poco el championismo, y otros fenómenos que se le exigen a los luchadores en etapa escolar y pioneril, en la cual se hallan en plena formación, que a veces no es culpa de los entrenadores sino que forma parte de los procesos en cada provincia, especialmente aquellas con mayor tradición.

Hay otro elemento que no se puede olvidar: la necesidad urgente de rescatar nuestro equipo o preselección juvenil, el cual existía antiguamente en el CEAR Giraldo Córdova Cardín. Actualmente nos cuesta mucho establecer un sistema homogéneo de entrenamiento. Ahora entraron varios jóvenes con perspectivas para el nuevo ciclo, pero ellos vienen con algunas carencias técnicas y para inmiscuirse en otra fase. Entonces resulta un tanto engorroso dividir las sesiones a tono con la competición que vayamos a enfrentar. Por ejemplo, ahora el equipo élite iniciará una periodo con vistas a la Copa del Mundo, con mayor volumen de exigencia…

Raúl Trujillo, un visionario incansable de la lucha greco, que además se ha desempeñado como jefe técnico de la Federación cubana de la disciplina. Lo vemos moverse sobre los colchones del Cerro Pelado con agilidad, pendiente de cada detalle, dando indicaciones en cualquier dirección con su voz ronca, con esa energía inagotable…

Nacido en el municipio Pedro Betancourt, provincia de Matanzas se inició en la práctica del estilo libre, pero una lesión en el menisco de su rodilla derecha lo obligó a enrocarse al estilo clásico. En los Panamericanos de México 1975, se agenció bronce. Comenzó a trabajar como entrenador y entre sus resultados más notables se halla la obtención de seis títulos y dos preseas de plata en calidad de timonel en el Mundial juvenil de Cali 1992. De él se hablará siempre. Río sí se convirtió en un momento extraordinario para la lucha greco cubana.



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