
Foto: DeSmog
Por: Alfredo García Almeida*
El presidente francés, Emmanuel Macron y el canciller alemán, Friedrich Merz, cierran filas frente el presidente Donald Trump: Francia y Alemania están listas con las contramedidas para responder a Trump, si finalmente ataca con sus aranceles.
“Discutiremos juntos algunos temas muy actuales, incluida la política comercial actual, sobre la cual estamos escuchando en estos minutos que posiblemente podría haber decisiones”, avanzaba Merz un posible acuerdo antes de reunirse con el presidente francés. Los dos reiteraron su deseo de una negociación fructífera con la Administración Trump, pero igualmente mostraron su disposición a respaldar la respuesta con la que amenaza la Comisión Europea. La represalia iría dirigida a los servicios digitales y financieros de EEUU y a dos listas de productos estadounidenses por un valor conjunto de 93.000 millones de euros.
La Unión Europea y Estados Unidos estarían considerando un pacto que establezca un arancel base del 15%, a imagen del acuerdo que Washington ya ha cerrado con Tokio, según fuentes diplomáticas en Bruselas. La segunda parte del acuerdo con Japón incluye el compromiso de invertir 550.000 millones de euros en Estados Unidos y el secretario norteamericano del Tesoro, Scott Bessent, ya ha advertido de que se trata de una cláusula esencial y que la UE no puede simplemente esperar sellar un acuerdo similar con Washington sin entrar en este campo de las inversiones.
Las palabras de Merz sugerían un acercamiento de las posturas en torno a aranceles de entre el 15% y el 10%, el nivel que se está discutiendo actualmente, pero el canciller alemán no duda en amenazar con una fuerte reacción si Washington no cede. El encuentro, por lo demás, estaba destinado a un “nuevo reinicio” del eje franco-alemán, con las mejores intenciones por parte de ambos, pero también con viejas diferencias vigentes.
En primer lugar, en materia de defensa. Hay desacuerdo de base sobre el plan para un avión de combate conjunto FCAS, en el que también participa España. El fabricante francés, Dassault, quiere llevar a cabo el 80% del proyecto. Otra de las actuales diferencias entre Berlín y París, son los esfuerzos actuales de los aliados para organizar más sistemas de defensa Patriot para Ucrania. Alemania está impulsando la iniciativa, dejando los sistemas de sus propias existencias a Kiev y probablemente soportará la principal carga financiera.
Macron lleva tiempo avisando de que ya no se puede confiar en Estados Unidos y desea el compromiso conjunto con una industria armamentística europea independiente del otro lado del Atlántico. Trascendió que durante la cena, Merz intentó convencer a Macron de que Ucrania no puede esperar a que los europeos logren aumentar su producción y desarrollar sus propios sistemas poderosos para defenderse de los misiles balísticos. Macron, por su parte, volvió a ofrecer su capacidad de “paraguas nuclear”.
Esas y otras diferencias siguen frenando el renacimiento de otro modelo: el formato E3, en el que participan, Alemania, Francia y Reino Unido. Existe consenso de que la cooperación trilateral que buscan Macron, Merz y Starmer, especialmente en cuestiones de defensa, funciona mejor a tres bandas.
*periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.