El faro de Punta de Maisí o La Concha

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-11-19 08:05:48

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Foto: Blogspot.

Por: Guadalupe Yaujar Díaz

La Habana, 19 nov (RHC) El Faro de Punta de Maisí, como le llaman todos, se encuentra situado en el extremo más oriental de Cuba, muy cerca de Baracoa, en la provincia de Guantánamo. Autorizada la construcción, fue autorizada en el año 1856 por la reina de España, y los trabajos fueron dirigidos por el Ingeniero Don Marianao Moreno.

La instalación demoró cinco años en concluir y el 16 de noviembre de 1862, hace 147 años, comenzó su actividad con el nombre oficial de Faro de Concha, apelativo adoptado en honor al militar español José Gutiérrez de la Concha (1809-1895), quien fue gobernador de la isla y Capitán General de Cuba.

A poco más de 1.000 kilómetros al oriente de La Habana, frente al Faro se encuentra el Paso de los Vientos –bravo estrecho, difícil de navegar y muy transitado--; del otro lado de este estrecho marino, y Haití a unos 80 km de distancia.

Con un alcance de 27 millas náuticas Su luz es blanca con un alcance de 32,8 km y una potencia de 3,790 bujías, posee ocultaciones en grupo de tres, alternando con ocultación de 20 segundos.

Está construido de piedras extraídas de la costa de la propia región, en una terraza inferior de un área caracterizada por ser dueña de enormes terrazas marinas en forma de herradura que van desde la Punta de Maisí hasta la Bahía de Baracoa.

Al lugar se llega a través de dos accesos un tanto peligrosos por los vericuetos dada las condiciones complicadas del relieve. Uno es a partir de Playitas de Cajobabo bordeando la costa sur hasta el poblado de La Máquina, el otro desde la ciudad de Baracoa hacia el este bordeando la costa hasta la Boca del Yumurí y descendiendo hasta la Maquina

Se trata de un sitio especial, pues los habitantes de la zona tienen el preciado privilegio de ser los primeros en divisar el sol en Cuba. En días de cielo despejado es posible ver las montañas haitianas desde la mole marina que orienta a los navegantes.

La emblemática torre es considerada, además, símbolo de fortaleza e irreductibilidad.

De tales atributos dio muestras por preservarse, imbatible, ante el huracán Mathew que azotó el extremo oriental del país, en octubre de 2016, uno de los más poderosos de la última década.

De la embestida de Matthew en la zona, rachas entre 240 y 280 kilómetros, el área de costa que se ve frente al faro era diente de perro puro, nadie podía pasar por ahí, sin embargo, el arrecife desapareció. Se apreciaba una enorme playa de arena muy blanca traída hasta allí por las fuertes olas. Las ráfagas eran tan violentas que daba la impresión que el faro se movía según relataron, entonces, especialistas y trabajadores.

Faros cubanos

En Cuba se instaló el primer faro a principios del siglo XIX, a la entrada de la bahía de La Habana, una farola de gas obtenido del chapapote, pero esta no cumplió con cabalidad el objetivo y se sustituyó por una de aceite en 1824.

Tras un análisis completo de las costas de la isla en 1843 se decidió construir otros, para orientar la navegación completa alrededor del archipiélago. Durante los años 1859 y 1860 continuaron incrementándose el número de los faros cubanos, suceso que transcurrió a lo largo del siglo diecinueve.

Destacan los principales faros ubicados en el cayo Paredón Grande, en el puerto de Isabela de Sagua, en el cabo de San Antonio, en el puerto de Santiago de Cuba, en la punta Los Colorados, en el golfo de Batabanó, en Punta Lucrecia y en la Punta de Maisí entre otros.

 



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