Por: Guillermo Alvarado
Durante su conferencia de prensa semanal la directora de la Organización Panamericana de la Salud, OPS, Carissa Etienne, actualizó los datos sobre la pandemia de covid-19 en el continente e insistió en la necesidad urgente de acelerar el proceso de inmunización de sus habitantes.
Cuatro de los diez países más afectados por la enfermedad en todo el mundo están aquí, lo que pone en evidencia la magnitud del problema sanitario y todos los efectos colaterales en la economía, el comercio, la educación, empleo y bienestar de los sectores menos favorecidos.
Se trata de Estados Unidos, que también encabeza los listados mundiales con 39,3 millones de enfermos y 640 mil fallecidos como consecuencia del virus, seguido por Brasil, donde se registran 20 millones y medio de contagios y 580 mil decesos.
Las otras dos naciones más dañadas son Argentina, que tiene hasta el último reporte 5,19 millones de casos y 112 mil muertos, y México, con 3,35 millones de positivos confirmados, de los que perecieron 259 mil.
Durante más de año y medio de pandemia también quedaron en evidencia las tradicionales desigualdades de nuestro continente, reflejadas en el disparejo acceso a las vacunas para contener el SARS-CoV-2.
Hay países muy adelantados en este proceso, como Estados Unidos, Uruguay, Chile, Argentina, Costa Rica o Ecuador, no sólo en la contratación de los fármacos, sino en la aplicación a sus habitantes.
Cuba es el único en Latinoamérica y El Caribe en contar con tres vacunas, además de dos candidatas, todas ellas de fabricación propia, con las que espera inmunizar al total de su población antes de fin de año.
Hay otros, sin embargo, que están muy atrasados, entre ellos Guatemala, Haití y Honduras donde, de acuerdo con las estadísticas de la OPS, el por ciento de vacunación completa no llega a los dos dígitos y al paso que llevan demorarán años en proteger a toda su población.
Según la doctora Etienne hacen falta 540 millones de dosis adicionales para vacunar al 60 por ciento de los habitantes del continente, pero hay naciones donde se depende más de las donaciones que de los recursos propios.
Por otra parte deben garantizarse los mecanismos adecuados para aplicar las vacunas lo más rápido posible después que lleguen, lo que implica un compromiso de los gobiernos y sus estructuras.
Mientras tanto el virus, con sus nuevas variantes, se sigue extendiendo y se mantiene como una grave amenaza para la salud y la vida de millones de personas.