
Foto: @JosefinaVidalF
Por: Roberto Morejón
Durante cinco días se hicieron varios cónclaves, entre ellos uno en Cartagena de Indias, el de Colombia-CARICOM, donde el país sudamericano solicitó convertirse en miembro de la Comunidad del Caribe.
Para Montería, ciudad poco promovida en textos de turismo, los colombianos reservaron la décima Cumbre de la AEC, en cuyo ámbito se impulsó la cooperación en cambio climático, seguridad alimentaria y migración.
Colombia cedió a Panamá la presidencia pro tempore de la Asociación de Estados del Caribe, luego de un trabajo muy activo en el último año, como reconocieron varios oradores.
La décima cumbre de la Asociación, formada por 25 Estados miembros y siete integrantes asociados, hizo lo posible por aportar hacia el lema de la cita, “Unidos por la vida: hacia un Gran Caribe más sostenible”.
La Declaración de Montería, suscrita al término del encuentro cimero, recogió compromisos concretos en cambio climático y resiliencia costera y abordó el canje de deuda por acción climática.
Expertos consideraron que el Gran Caribe se anotó un éxito por celebrar la reunión en tiempos tan convulsos en el planeta y por dar un paso hacia un nuevo pacto político y ambiental en defensa del mar, costas y comunidades.
Tanto durante la cumbre como antes en el tiempo en el que transcurrió la presidencia pro tempore de Colombia, se generó un respaldo a la consolidación del Gran Caribe como una región de paz, biodiversa y resiliente.
La viceministra cubana de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, subrayó los peligros del cambio climático, la contaminación, el desplazamiento de los sargazos y la erosión costera, de ahí que exhortara a acciones urgentes y concertadas.
La idea defendida por la oradora tiene seguidores y consiste en esforzarse internacionalmente para que el Mar Caribe sea declarado Zona Especial en el contexto del Desarrollo Sostenible.
Vidal también resaltó la necesidad de convertir a la Asociación de Estados del Caribe en una red ejecutora, con prioridades para la conservación de las costas y recursos marinos y el turismo, con soluciones basadas en la ciencia y la técnica.
Si bien se habla poco de la Asociación de Estados del Caribe, su importancia para el área es notable, pues cuenta con grandes potencialidades para fortalecer la cooperación Sur-Sur.