“¿Qué derecho tengo a imponerte un sacrificio por mi hermosa utopía si tu me gritas que tienes que pagar el alquiler?”, Mujica

Editado por Pedro Manuel Otero
2017-11-21 08:28:43

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Por Martin Granovsky

El ex presidente uruguayo fue la gran figura del Encuentro por la Democracia y contra Neoliberalismo, una reunión que durante tres días juntó en Montevideo  a militantes sociales, políticos y sindicales. Mujica habló de la libertad, de la sobriedad y de la pobreza. En la declaración final, el derecho al aborto y las reformas laborales en la Argentina y Brasil.

Pepe Mujica hace una pausa y pasea la mirada de cejas a lo Arturo Jauretche por el auditorio del velódromo. Todos están en silencio. Retoma el discurso. La voz de ese tipo que pasó los 80 suena fuerte. Dice con su tono de mandíbulas apretadas: “Te van trabajando con mentiras para que tú seas un sujeto comprador, y sobre todo deudor, a lo largo de tu vida”. El ex presidente uruguayo 2010-2015 fue la gran figura del Encuentro Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo (ECDN) convocado esta vez en Montevideo. Miles lo aplaudieron. Al final de tres días aprobaron una declaración que advierte contra “el endeudamiento perpetuo” y propone “aborto legal, libre y seguro”.

Nacido el 20 de mayo de 1935, Mujica volvió a ser senador tras dejar la presidencia en manos de Tabaré Vázquez. Su mujer, Lucía Topolansky, también era senadora y este año asumió la vicepresidencia por renuncia del vice Raúl Sendic. Junto con su amigo Lula, Pepe es uno de los políticos más escuchados de América Latina por los partidos y los movimientos sociales que se reivindican como de izquierda, progresistas o identificados con el nacionalismo popular. Brasileños, caribeños o argentinos, los dirigentes del ECDN reunidos la última vez en Cuba lo comprometieron a que fuera el principal orador en la sesión plenaria del Parque Batlle de Montevideo.

Mujica no los defraudó. Su misa laica atrajo la atención de todos. Desplegó ideas acerca del tiempo libre con una simpatía que Carlitos Marx le hubiera envidiado, explicó la concentración económica y encima se dejó un resto para hablar de la esperanza.

Sobriedad 

“Las masas tienen que ser un negocio, y cuanto más deban mejor porque está en juego su libertad”, dijo. “Eres libre en el pedazo de tiempo de tu vida que gastas en las cosas que sientes y te motivan, para cultivar tus afectos, tus inclinaciones. Ese tiempo de tu vida no siempre te da ganancia. Tienes que cubrir necesidades materiales y tienes que trabajar. El que no trabaja vive a costillas de uno que trabaja. Pero la vida humana no puede ser solo trabajar, pagar cuentas y deber.”

Anunció Pepe: “No hago apología de la pobreza, hago apología de la sobriedad como una forma de enfrentar al capitalismo”. Pidió “vivir livianos de equipaje” y pensar en los propios defectos, porque “como dice una murga veterana de mi país, si no cambias tú no cambia nada aunque tu presidente sea Fidel”.

Muerto Juan Perón, que repetía “todo en su medida y armoniosamente”, solo a Pepe le puede salir natural esta frase: “Decían los griegos, compañeros, nada en demasía”. Tampoco parece raro escucharle que terminó la Edad Media y entonces no hay por qué considerar el paso por la Tierra como un valle de lágrimas. “El infierno y el paraíso están acá.”

“Ustedes van a asistir a la lucha por reformular cuántas horas se trabaja”, dijo a una mayoría menor de 30 años. “No usen las horas libres para conseguir otro trabajo. Guarden tiempo libre para sus afectos, para su querer, para sus hijos, para sus relaciones íntimas, para sus amigos, para las cosas que les gusten. Porque hay derecho a ser feliz y en algunos de nosotros esa felicidad se llama militancia, que significa la lucha por los cambios sociales y la solidaridad y darle un sentido a nuestra vida para una humanidad que sea un poco mejor que la que nos tocó vivir a nosotros.”

¿Y qué pasa con las transnacionales? Que “no son nuevas”. Recordó Pepe: “La conquista de la India empezó por empresas privadas y ejércitos privados. La de Indonesia arrancó con una compañía privada, holandesa. La balcanización de África empezó con empresas privadas”. Y agregó: “Hoy la colonización adquiere formas nuevas”. 

No es fácil cuando se es gobierno y se tienen convicciones populares. Por un lado está el pueblo “aguijoneado por la cultura consumista que te demanda más por todas partes, y más rápido”. Por otro lado “te encuentras, como gobierno, con la necesidad de apresurarte y ganar la inversión que si no, en esta región balcanizada, irá a otro lado”. Los sueños son una maravilla pero “no se puede sacrificar la estabilidad de una sociedad entera porque uno tiene un sueño en la cabeza”. Y más: “¿Qué derecho tengo a imponerte un sacrificio por mi hermosa utopía si tu me gritas que tienes que pagar el alquiler?”

Pepe pidió aceptar que hay que navegar las contradicciones, “tener claras las fronteras para saber dónde empieza la derecha” y saber dónde está parado uno mismo. “A veces te tienes que sentar como invitado a una mesa que no es tuya”, dijo. “Debes ser deferente pero tener claro que esa mesa no es tuya. ¿Y cómo? Lo tienes que expresar en tu forma de vivir. Las repúblicas se inventaron para suscribir el grito desesperado de la Humanidad contra la sociedad feudal y monárquica, para decir que nadie es más que nadie. Si decimos que estamos por la democracia, los que tienen la representación de la gente deben vivir como vive la mayoría. No porque esto cambie la realidad económica sino por una cuestión ética y por una forma de comunicarse con las masas. Las masas perdonan chambonadas. Lo que no pueden perdonar es cuando se burlan, cuando las traicionan, cuando quien gobierna no es parte de ellas.”

Sobre el contexto de América Latina reconoció Mujica que “estamos rodeados de derecha”. Aclaró: “Esta derecha es brava pero la vamos a superar, no solo por nuestra fuerza sino por las contradicciones que lleva en sus entrañas”. Una de esas contradicciones sería el efecto de la multiplicación de la concentración de la riqueza, que deja afuera y estancada a una masa de clase media. 

“La concentración excesiva de la riqueza es la peor amenaza para la democracia”, dijo Pepe. “Hay una tendencia hacia la plutocracia, aunque no lo veamos.” En rigor dijo “véamos”, una esdrújula grande como una casa para que se divierta Agarrate Catalina, la murga que inventó “Civilicemos al Pepe”.

“Y ojo que el dolor de allá va a pegar acá”, dijo Pepe.

“Se toleran los paraísos fiscales porque son funcionales a la concentración de la riqueza”, explicó Pepe. 

“En América Latina se esgrime la corrupción y quedan destrozadas las empresas”, dijo Pepe. “En el mundo desarrollado cobran multas suculentas y siguen funcionando las empresas como la banca Morgan o la Volkswagen. En esta etapa la corrupción es una sopa global que nos encierra. Nos asustamos de la corrupción política. No consideramos en cuenta la corrupción empresarial.”

También se metió en la discusión sobre el desarrollo tecnológico. “El mundo no es tan generoso que quiere que todos sean universitarios. El progreso impone la calificación terciaria. Hay que concentrar las baterías militantes en el mundo estudiantil, porque va a ser más calificado conceptualmente, y ayudarlo a que tenga fortaleza para resistir.”

Mensaje final de Mujica: “Sigan militando y de cada derrota aprendan. Aprendes más de las derrotas y del dolor que de los triunfos. Los triunfos te ponen pavo, engreído y soberbio. Las derrotas, si no te aniquilan, te hacen pensar y darte fuerzas para volver a empezar”.



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