
Foto: ABC News
Por: Alfredo García Almeida*
Los arietes migratorios y arancelarios del presidente, Donald Trump, comienzan a debilitarse por los fallos judiciales del grupo de jueces nombrados por los presidentes, Barack Obama y Joe Biden, así como la reacción de sus “aliados”.
Los vuelos de deportaciones, la eliminación del permiso de estancia legal para los venezolanos y el intento de dejar a decenas de miles de menores indocumentados sin defensa legal, son algunos de las medidas del Gobierno que se han topado con un freno en los tribunales federales, propinados por jueces nombrados por los presidentes, Barack Obama y Joe Biden, anticipándose a la tormenta que llegaría con Trump.
Araceli Martínez-Olguín, una jueza nacida en México y radicada en California, otorgó una restricción temporal que congela hasta el próximo 16 de abril, el propósito de Washington de cortar el financiamiento a centenares de organizaciones que coordinan la defensa de los menores migrantes, unos 26.000 niños indocumentados que quedan sin abogados.
El juez de distrito, Brian Murphy, confirmado durante el gobierno de Biden, frenó una de las medidas para expulsar rápidamente a inmigrantes. Desde un tribunal en la ciudad de Boston, Murphy prohibió temporalmente al Gobierno, deportar a indocumentados a terceros países de los que no sean ciudadanos. Sin embargo, el caso más famoso es el de James Boasberg, el magistrado que paralizó las deportaciones causadas por la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros, de 1789. Por su parte, la jueza de distrito, Paula Xinis, nominada por Obama en 2015, se ha destacado por el caso de Kilmar Armando Abrego García, un salvadoreño sin antecedentes criminales que fue enviado por error a su país y recluido en prisión. Xinis ha exigido a las autoridades, que traigan de vuelta a Abrego, pero la Casa Blanca se resiste a hacerlo.
Otro notable caso es el del Juez, Edward Chen, que suspendió la decisión del Gobierno de Trump de poner fin a la protección legal temporal (TPS), con la que cientos de miles de venezolanos están legalmente en Estados Unidos. El permiso, iba a expirar este lunes 7 de abril. Por lo pronto, el blindaje ante las deportaciones para miles de sudamericanos, continúa vigente.
Otro escenario que se debilita, en medio del huracán comercial provocado por los aranceles de Trump, es el comercio global. Economistas y expertos, han advertido, que los aranceles podrían provocar una contracción del comercio mundial, debido a la interrupción de las cadenas de suministro y podrían llevar a muchos países a una recesión económica, incluido a Estados Unidos.
En esta ocasión, el freno le llegó a Trump desde muy cerca. El asesor del presidente estadounidense, Elon Musk, sorprendió al declarar el pasado sábado, que espera que Estados Unidos y Europa, puedan establecer finalmente, “una asociación muy estrecha y más fuerte” y llegar a una “situación de aranceles cero”.
*periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.