Maestra cubana Aurora Bosch agradeció orden concedida por Francia

Editado por Bárbara Gómez
2022-06-29 17:29:53

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Bailarina y maestra cubana Aurora Bosch. Foto: Archivo.

La Habana, 29 jun (RHC) La gran bailarina y maestra cubana Aurora Bosch aludió este miércoles a la distinción Caballero de la Orden Nacional de Mérito, otorgada por Francia, como una de las sorpresas agradables dentro de su relevante trayectoria artística.

En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, Bosch, considerada como uno de los más sólidos pilares de la escuela de ballet en el país caribeño, valoró la significación de este lauro, entre los más altos concedidos a nacionales y extranjeros en ese territorio europeo.

“Desde el comienzo de mi carrera recibo muchas alegrías, me siento muy querida y honrada. No me esperaba semejante reconocimiento, conferido además por mi desempeño como la Reina de las Willis, en la obra Giselle, durante el IV Festival Internacional de Danza de París”, confesó.

Bosch recordó que, en aquella oportunidad, Alicia Alonso mereció el Gran Prix de la Ville, por su versión coreográfica e interpretación personal de esa pieza decimonónica y mencionó el Premio Ana Pavlova, entregado a ella por la Universidad de Danza de la capital francesa.

“Una Reina de las Willis jamás vista en París” resultó uno de los tantos elogios aportados por especialistas, comunicadores y críticos de arte y literatura a la entonces solista del Ballet Nacional de Cuba (BNC) durante la cita cultural, con sede en el Teatro de los Campos Elíseos en 1966.

Conocida como una de las cuatro joyas, junto a Loipa Araújo, Mirta Plá y Josefina Méndez, la profesora de la isla mereció tal distinción por sus relevantes contribuciones a esa manifestación artística y sus especiales relaciones con Francia.

Durante la ceremonia de entrega, acontecida este martes en la sede diplomática de La Habana, el embajador Patrice Paoli valoró el rol de Bosch en Giselle, obra maestra estrenada hace 181 años por el Ballet del Teatro de la Academia Royale de Música en la Ópera de París.

“Me sentí como en un sueño, pero ya hoy puse los pies en la tierra y fui a dar clases. Recibí numerosas muestras de cariño y consideración por mi labor y esfuerzo cotidiano”, reveló la artista, cuya historia en la danza comenzó a comienzos de la década de 1950.

Precisamente, contó en exclusiva, la materialización de un libro sobre su desempeño en la escena y la rutina académica actual, volumen que incluirá su célebre participación en clásicos como El lago de los cisnes, Coppélia, La bayadera y La bella durmiente del bosque. (Fuente: Prensa Latina).



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