Cuba por una migración regular, segura y ordenada

Editado por Maite González Martínez
2017-01-16 08:50:04

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Por Pedro Martínez Pírez

En política lo único verdadero es lo que no se ve, afirmó hace muchos años el prócer de la independencia cubana José Martí, y la reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de eliminar la llamada política de “pies secos-pies mojados” así como el programa creado también por Washington para alentar la deserción de médicos cubanos, constituyen dos acciones que se inscriben en el mismo contexto geopolítico que llevó al ejecutivo estadounidense a reconocer su aislamiento por su ilegal proceder contra Cuba.

Poco a poco el gobierno de Estados Unidos, en virtud de la resistencia histórica de Cuba y la presión de varias naciones latinoamericanas y caribeñas, se ha visto obligado a modificar su política, como lo demostró la participación cubana en la última Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá, el restablecimiento de relaciones diplomáticas, la exclusión de Cuba de la caprichosa lista de países terroristas y el cambio hacia la abstención del voto de Estados Unidos en el último periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en el tema del bloqueo yanqui contra la pequeña nación del Caribe.

La política de “pies secos-pies mojados”, como bien precisa la Declaración del Gobierno Revolucionario de Cuba constituía un estímulo a la emigración irregular, al tráfico de emigrantes y a las entradas irregulares a los Estados Unidos desde terceros países de ciudadanos cubanos que viajaban legalmente al exterior, y al admitirlos automáticamente en su territorio, les confería un trato preferencial y único que no reciben ciudadanos de otros países, por lo que también era una incitación a las salidas ilegales.

Esa política anticubana de Washington provocó un impacto desestabilizador creciente sobre otros países de Nuestra América utilizados como tránsito para llegar a territorio de Estados Unidos. De ahí que muchos gobiernos de la región saludaran el nuevo acuerdo migratorio entre Cuba y los Estados Unidos, dirigido a garantizar una emigración regular, segura y ordenada.

Ojalá que la próxima administración en Estados Unidos prosiga los pasos hacia la normalización de las relaciones con Cuba y se eliminen la llamada Ley de Ajuste Cubano, el bloqueo económico comercial y financiero, las ilegales transmisiones de radio y televisión, así como otros programas subversivos y se devuelva a Cuba el territorio que desde hace más de un siglo ocupa la base yanqui en Guantánamo.



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