Hong Kong: ¿La cerradura para abrir China?

Editado por Bárbara Gómez
2019-12-07 10:25:04

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Por: Guillermo Alvarado.

Con su habitual desparpajo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hace unos días la denominada Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, con la que viola de manera abierta el derecho internacional al intervenir en los asuntos internos de esa región administrativa especial china.

Y quiero remarcar el término “de manera abierta”, porque en la penumbra desde hace rato que la larga mano estadounidense está presente en las revueltas que ciertos grupos realizan contra las autoridades locales.

Aunque grandes medios de prensa occidentales han tratado de crear la imagen de protestas espontáneas en Hong Kong, sin liderazgos aparentes, la realidad es diametralmente opuesta a estas opiniones.

Sí hay cabecillas que organizan y alientan los actos vandálicos, que han incluido por ejemplo la toma del aeropuerto y universidades, quema de bienes públicos y otras tropelías, y en Washington los conocen muy bien porque ellos mismos se encargaron de prepararlos.

Nombres como los de Nathan Law, Anges Choy, Joshua Wong y Alex Chow son habituales en los pasillos de la Casa Blanca y el Congreso, así como en los salones de organizaciones creadas para intervenir solapadamente en cualquier lugar del mundo y que reciben su presupuesto de los fondos del Estado.

Hablo de entidades como Freedom House, National Endowment for Democracy, el Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales, Human Rights Watch y el Instituto Republicano Internacional.

Los sujetos cuyos nombres mencioné antes son subvencionados y adiestrados por alguna o varias de estas nefastas entidades, cuya sombra está sobre no pocos golpes de Estado cometidos en los cuatro puntos cardinales del planeta.

No es casualidad que en una visita que realizó a Estados Unidos Joshua Wong en noviembre de 2016, los senadores Marco Rubio y Tom Cotton, rabiosamente anticomunistas, aprovecharon para introducir en el Congreso la primera versión de la ley que acaba de promulgar Trump.

Ademas de Rubio y Cotton, Wong también se reunió con Nancy Pelosi y directivos de la Heritage Foundation.

No en balde en la respuesta china a la intromisión estadounidense en Hong Kong, que incluye suspender las escalas de buques y aviones militares de la nación norteña en ese puerto, también se advierte de sanciones contra estas organizaciones, que alientan los desórdenes y el vandalismo.

Y es que para Washington el objetivo no es sólo esa región especial, un importante centro financiero internacional. Para sus estrategas Hong Kong es la cerradura que abre las puertas a una injerencia más profunda y peligrosa en la República Popular China, que fue recientemente declarada por Mike Pompeo, no olvidarlo, como “la mayor amenaza comunista” del momento.       

 



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