Por María Josefina Arce.

El turismo es uno de los motores impulsores de la economía cubana, que se vio seriamente afectado en este año por la COVID 19 y el reforzamiento del bloqueo por la administración del presidente estadounidense, Donald Trump.

Las medidas de confinamiento y el cierre de fronteras  para evitar la propagación de la dolencia incidió  en una notable disminución del movimiento de las personas. La Organización Mundial del Turismo prevé al cierre de 2020 una caída del 70 por ciento de la actividad del sector.

Una situación que probablemente se mantenga en los primeros meses del 2021 hasta que avancen los planes de vacunación contra la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, pero que todos sabemos no serán igual, sobre todo para los países pobres.

El bloqueo es una de las grandes limitaciones al crecimiento de este vital sector. En el año por concluir Estados Unidos suspendió todos los vuelos chárter entre ese país y la Mayor de las Antillas, excepto los dirigidos al aeropuerto internacional José Martí de La Habana, aunque puso un límite.

En los encuentros previos  al sexto periodo ordinario de sesiones de la Novena legislatura del Parlamento, que tuvo lugar en este mes, el vice primer ministro cubano, Alejandro Gil, recordó que el archipiélago esperaba hasta  cinco millones de visitantes foráneos en el año por concluir, una proyección que no se podrá cumplir.

El también ministro de Economía y Planificación señaló que para el 2021 se prevé que visiten más de dos millones de turistas. Esta  cifra, bastante alejada de la alcanzada en 2019, cuando arribaron a territorio cubano más de cuatro millones de vacacionistas, tiene en cuenta las limitaciones que impone la pandemia.

A pesar de este complejo panorama, Cuba no ha dejado de trabajar por mejorar su infraestructura hotelera y por poner en marcha  los protocolos de bioseguridad para garantizar la protección de los visitantes que ya llegan a nuestro territorio desde que se reanudaron los vuelos.

Es una prioridad para el país impulsar en el venidero año el turismo, dada su importancia para el desarrollo de la economía, por lo que en la nueva Cartera de oportunidades para la inversión extranjera se ofrecen atractivas opciones en este sector.

Ciento 31 de estas iniciativas están vinculadas al turismo que posibilita la entrada de divisas, que también se destinan a esferas sensibles como la salud, la educación y a la protección de toda la ciudadanía.

Aunque con proyecciones discretas, el país trabaja por recuperar el nivel de otros años en cuanto al número de visitantes, una meta avalada por la opinión favorable sobre las medidas de seguridad adoptadas de quienes ya han apostado por Cuba como destino turístico.