A fuego vivo

Editado por Maite González Martínez
2021-07-24 08:33:41

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Por: Guillermo ALvarado

La intensa ola de calor que hace varios días afecta al oeste de Canadá y el noroeste y oeste de Estados Unidos, que los expertos atribuyeron a un área de altas presiones estacionada en la atmósfera, se convirtió en la temida pesadilla con voraces y arrasadores incendios forestales casi fuera de control.

En la región canadiense de la Columbia Británica fueron calcinadas alrededor de 270 mil hectáreas de bosques y el humo comenzó a ser un problema en ciudades como Edmonton, Calgary y Toronto, donde las autoridades advirtieron sobre el riesgo de problemas respiratorios.

Más de cinco mil 700 personas fueron evacuadas y otras 32 mil están bajo aviso de alto peligro debido a que las condiciones meteorológicas, con aire seco y cálido, favorecen la multiplicación de los incendios que ya son cientos en esos territorios.

El gobierno ha desplegado a unos 500 soldados para apoyar a los más de tres mil bomberos que luchan contra las llamas y algunos países, como México, comenzaron a enviar ayuda para controlar la situación.

Al otro lado de la frontera, en Estados Unidos, el problema también es muy grave y existe mucha preocupación porque apenas se está en los primeros días de la habitual temporada de incendios.

De acuerdo con un reporte reciente de la Agencia Francesa de Prensa, en Oregon ya quedó totalmente destruida un área boscosa equivalente a la extensión de la ciudad de Los Ángeles.

El humo y las cenizas se elevan hasta diez kilómetros de altura y debido al viento lugares tan lejanos, como Nueva York, ya comienzan a sentir los efectos de la bruma.

Ambos lados de la Sierra Nevada de California están afectados por los incendios que avanzan a gran velocidad, debido a que la hierba y el follaje están muy secos y arden con extraordinaria facilidad.

El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que a diferencia de otros años en que el humo se dispersa cuando llega al este, ahora se mantiene concentrado en la atmósfera y se convierte en un problema adicional.

Nadie entre los expertos duda que la crudeza de este fenómeno durante los últimos dos años tiene que ver con el cambio climático, un problema que de diversas maneras está afectando a todo el mundo, como ocurrió con las inundaciones en Europa y hace unos días en China.

A pesar de esta evidencia y la advertencia de que casi estamos llegando a un punto de no retorno, todavía no hay señales de que se detenga la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, principales responsables del calentamiento global y del desastre que ya está a las puertas.   



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