Exterminio por hambre

Editado por Maria Calvo
2024-04-05 08:39:40

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Niños desnutridos de Biafra y en Gaza. Collage:MC

por Guillermo Alvarado

Millones de personas nacidas en el mundo en los últimos 50 años carecen de registro en su memoria de las terribles imágenes de los “niños de Biafra”, que con sus cuerpos deformados por la desnutrición y los ojos prácticamente sin párpados mostraron el horror del hambre llevada al más cruel extremo.

Biafra fue una efímera república africana, escindida de Nigeria entre 1967 y 1970 que, tras declarar su independencia, fue objeto de un brutal bloqueo que causó la muerte por hambruna a cerca de un millón de personas, la mayoría niños, hasta su total rendición.

Fue un claro ejemplo de cómo la falta de alimentos se convierte en un arma muy efectiva, sobre todo cuando uno de los contendientes carece del más mínimo sentido de respeto por la vida humana.

Alguien dirá que la guerra es justamente la mayor muestra de desprecio por la vida, pero incluso en esta lamentable forma de resolver las diferencias entre grupos, pueblos o naciones existen reglas y una de ellas es evitar las muertes innecesarias, en particular de civiles y por encima de todo de niños.

Ahora vemos que, como hizo Nigeria con Biafra, el Estado sionista de Israel utiliza el hambre como vía para exterminar al pueblo palestino.

Consciente  Benjamín Netanyahu de que no puede impedir por siempre el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, porque con esa conducta le está quitando el paraguas político a su principal socio, Estados Unidos, ahora cambió de táctica y empezó a atacar a los convoyes con alimentos.

A contrapelo de lo que quiere hacer creer al mundo, el ataque contra la agrupación World Central Kitchen, que causó la muerte a siete de sus miembros, no fue un accidente de guerra, una baja colateral o mera casualidad, sino una operación fríamente calculada.

Así lo denunció el fundador de la organización humanitaria, el chef José Andrés, quien dijo que los vehículos estaban claramente identificados, fueron atacados y destruidos uno por uno y, además, las tropas israelíes conocían muy bien sus movimientos.

La consecuencia inmediata fue que ese y otros grupos suspendieron sus actividades por falta de seguridad. A Chipe regresaron a principios de esta semana varios barcos que iban hacia Gaza con más de 200 toneladas de alimentos, lo que significa más niños con hambre.

Mi generación no olvida las imágenes de los pequeños de Biafra. Entonces no había internet ni redes sociales, pero salieron en las primeras páginas de los principales diarios y revistas internacionales, donde, por cierto, están ausentes hoy las de los niños palestinos, una muestra más de que el mundo ha cambiado mucho, pero no ha mejorado nada.



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