
México elige a sus jueces
por María Josefina Arce
México vivió una jornada especial este domingo. En un hecho inédito, la ciudadanía con su voto eligió directamente a una parte de los jueces de distrito, magistrados regionales y ministros de la Suprema Corte de Justicia, el máximo tribunal del país, el resto será elegido en 2027.
Estos comicios son resultado de la reforma judicial aprobada en septiembre del pasado año, encaminada a lograr un sistema honesto y cercano al pueblo.
Es por demás un elemento esencial del legado del hoy ex mandatario Andrés Manuel López Obrador, quien estuvo al frente de la nación de 2018 a 2024.
Y mantenido por la actual presidenta Claudia Sheinbaum. Al asumir en octubre último el cargo manifestó en el discurso de investidura su deseo de que se terminara la corrupción en el Poder judicial.
Un reciente sondeo de opinión reveló que 72% de los encuestados consideraba necesaria la elección judicial, ante un sistema que califican de corrupto, en el que la justicia es más accesible a quienes pueden pagarla y donde muchos jueces han sido comprados por grupos delictivos.
De acuerdo con datos oficiales, citados por la agencia noticiosa Prensa Latina, entre el pasado año y lo transcurrido del presente suman casi 200 las decisiones de órganos judiciales que favorecieron o pretendieron beneficiar a delincuentes con traslados, liberaciones y egresos definitivos.
Otro fenómeno que afecta al poder judicial en México es el nepotismo. Muchos llegaron a sus puestos por lazos familiares y no por haber participado en una carrera judicial.
Por supuesto que el proceso no ha estado excepto de campañas en su contra. La propia presidenta rechazó las falsas versiones que han buscado imponer una opinión negativa entre la ciudadanía.
Sheinbaum desmintió que se tratarán de unos comicios amañados, organizados para que un partido político se apropie de la Suprema Corte de Justicia.
En tranquilidad transcurrió la jornada, calificada de histórica por Sheinbaum, quien destacó que decidió el pueblo, ejerciendo uno de sus derechos constitucionales fundamentales, el de participar en su destino.
A partir de ahora se abren nuevos desafíos, pero se ha dado un gran paso para que la justicia se acerque a la gente y deje de ser elitista.