Reporte desde El Salvador

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2021-05-02 22:36:19

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La nueva Asamblea de El Salvador. Foto: AFP.

Por: Mario Zavalet

La noticia que destaca en El Salvador confirma los indicios de lo que podía ocurrir este 1 de mayo al asumir la entrante asamblea legislativa, dominada por la mayoría absoluta del partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele, y que en su primera plenaria de instalación no ha perdido el tiempo y han tomado decisiones que pretenden el control de los tres poderes por el régimen gobernante.

Tal es así, que, con 64 votos a favor del total de 84, 19 en contra y 1 ausente, haN destituido en un acto sumario a los cinco magistrados propietarios y suplentes de la sala de lo constitucional de la Corte Suprema de Justicia, acción que algunos medios y organizaciones sociales y gremiales ya han calificado como golpe de estado al órgano judicial de El Salvador.

Acto seguido, los diputados oficialistas han presentado la nómina de 5 abogados que sustituirían a los magistrados destituidos, siendo nominados de inmediato con los mismos 64 votos. Así se ha sabido que el nuevo presidente de la sala de lo constitucional y de la corte suprema de justicia es Oscar Alberto López Jerez, junto a Javier Suárez Magaña, Héctor Nahum García, José Ángel Pérez Chacón y Elsy Dueñas Lovo, algunos vinculados directamente a la administración de Bukele y otros siendo magistrados de la misma corte, pero según entendidos, incondicionales a aquel.

Posterior a las designaciones, el partido oficial sometió al pleno una nueva propuesta para destituir al fiscal general de la república, Raúl Melara, a quien se le relaciona con el partido Arena, sustituyéndolo por Rodolfo Delgado, también ligado a miembros del gobierno actual.

Mientras se consumaba la destitución de los miembros del poder judicial, la propia sala de lo constitucional emitía una resolución que ha declarado que tal decisión legislativa es inconstitucional, en primera instancia en tanto que viola la forma de gobierno republicana, democrática y representativa y el sistema político pluralista; de igual manera, porque viola la independencia judicial.

La sala ha hecho publicar a través de las redes sociales la resolución que habría entrado en vigencia desde ese momento, aunque, ya se sabe que la decisión legislativa se ha materializado al amparo de las fuerzas policiales y militares, quienes han trasladado a los magistrados nominados a la sede de la corte.

A través de las redes sociales, casi de inmediato, se han pronunciado en contra de la asonada legislativa entidades gremiales ligadas al derecho, tanto locales como externas; organismos internacionales, como el caso de la Oea, así como algunos representantes del congreso y funcionarios del gobierno de los Estados Unidos de América, quienes han rechazado la destitución de los jueces, y condenado la acumulación del poder total de Nayib Bukele.

Entre los pronunciamientos destaca el de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA, que ha condenado la destitución de los magistrados, a la vez que ha pedido defender cívicamente lo que con tanto esfuerzo y vidas costó construir luego del fin de la guerra, aseverando también que, además de atentar contra la democracia, esta acción es ilegal.

Por su lado, la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, en un comunicado que titula golpe a la institucionalidad democrática, se pronuncia para luego expresar su preocupación por la destitución de los funcionarios que representan los últimos límites reales al ejercicio del poder, por no ser sumisos a las decisiones del presidente de la república, con una muestra desmedida de soberbia y en total abuso del derecho.

El mandatario ya ha respondido lacónicamente a la comunidad internacional a través de twitter, señalando que lo que se realiza en El Salvador es tan solo la limpieza de la casa, y que eso no es de su incumbencia.

Así las cosas, las cartas está ya sobre la mesa, sin saberse cuál será la respuesta ante los hechos, con una oposición disminuida y la población desmovilizada y apática, cuando la mayoría de los salvadoreños quizás ni se hayan enterado de la gravedad de la situación de su país, y muchos aún apoyan al mandatario, confiados y creídos en que todo lo que hace es correcto y justo.

 



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