Béisbol cubano: ¿Cómo será la pantalla del Latino?

Editado por Pedro Manuel Otero
2018-04-11 09:55:18

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Pantalla Samsung que estrenará el principal estadio de béisbol de Cuba. Foto: autor

Por  Duanys Hernandez Torres

La instalación de la nueva pizarra favorecerá la realización de eventos internacionales en el principal estadio de Cuba, una lógica y compartida aspiración de los aficionados y directivos de la pelota cubana.

Una colosal obra ingenieril se levanta desde hace meses por detrás del jardín izquierdo del estadio Latinoamericano, en la barriada habanera del Cerro. Se trata de la pesada base de hormigón armado que soportará la nueva pantalla-pizarra de la instalación, donada a Cuba por la Empresa Samsung.

Su tecnología es del modelo XSP 200 y mide 22,77 metros de largo por 13,86 de alto. Tiene una dimensión diagonal de mil 49 pulgadas y su resolución es de mil 104 por 672 píxeles.

La parte cubana se encarga de su costosa importación, realizada en un total de 22 contenedores con el apoyo total del Ministerio de Comercio Exterior y otras entidades de la Isla.

LA “MOLE” CRECE

Según la Dirección de Inversiones del Inder esta construcción, sin antecedentes en Cuba, requirió dos meses para la fase de proyectos y estudios del suelo. En ese período se decidió, entre otras cuestiones, la pertinencia de levantarla con las normas y recursos existentes en el país.

Se aprobó el sistema de hormigón armado, con diez pilotes de 17 metros de profundidad y 1,20 de diámetro cada uno, tomando en cuenta las características cenagosas del terreno. Su diseño y fortaleza le permitirá, según los cálculos realizados, soportar huracanes de categoría cinco en la escala Saffir-Simpson, con vientos de más de 250 km por hora.

La fundición de los pilotes se culminó en el mes de diciembre, tras emplearse 250 metros cúbicos de hormigón y 24 toneladas de dos tipos de acero. Luego se procedió a descabezarlos y excavar un metro de profundidad en toda el área para ejecutar el plato y la balsa. Ahora, la obra busca el cielo entre columnas y cierres de viga.

Esas fundiciones se realizan por secciones. Ya está terminado el primer nivel y se trabaja en el segundo, razón por la cual la Dirección de Inversiones estima que en junio quedará lista la base para el inicio del montaje de la parte tecnológica.

Este último proceso estará a cargo de los especialistas de la Samsung, con la participación de los cubanos, y debe tardar  aproximadamente 60 días.

Cruciales han sido en este sentido las labores de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA) y la Empresa Central de Equipos (Cubiza), ambas del sector de la construcción, entre otras instituciones.

DE PANTALLAS Y SOFTWARE

Según Tomás Benítez Cartaya, director de Informática del Inder, dos profesionales de esa área viajarán a Panamá para una capacitación en el manejo de la nueva tecnología.

A su regreso tendrán la misión de preparar a un grupo mayor de personas, pues hay posibilidades de que la Samsung done otras pizarras-pantallas a corto o mediano plazos, que beneficiarían a instalaciones insignias del país y no solo en la capital.

El directivo informó que están a la espera de la tecnología para comenzar a manipularla con los procedimientos establecidos. También expresó que la Samsung facilitará un software para la información del juego de béisbol y que la pantalla permite mostrar videos, datos variados y sonidos.

«Tendremos conexión por fibra óptica directamente desde las cabinas del estadio hacia la pizarra, y se podrá visualizar todo lo que acontezca en el partido. No pensamos utilizar el software de la Samsung, sino uno creado por nosotros, pero de todas formas tenemos que capacitarnos en la variante del productor como una segunda opción. Queremos lanzar nuestro programa aprovechando las posibilidades que ofrece esta tecnología», apuntó Benítez Cartaya.

En definitiva, la pantalla gigante del Latino será configurada por los entendidos del patio a partir de las demandas de las autoridades del béisbol y otras. En cuanto a la sostenibilidad de la inversión, Benítez aclaró:

«Nos anticipan que viene una cantidad de piezas de repuesto. Pero si ello no sucediera, alertamos que esas pantallas son reconfigurables totalmente. Supongamos, por ejemplo, que se pierda una hilera de módulos, podremos adaptar y emplear la parte restante y mantenerla vital».

La estructura tecnológica es resistente al aire, la lluvia y los temblores de tierra. Y es muy duradera, al punto de que el promedio de vida de los LEDs está en las 100 mil horas de uso, es decir unos 25 mil juegos de pelota de cuatro horas.

El director de Informática especificó además que «no es rígida en cuanto a la visualización. Se configurarán los videos cada vez que se desee. Por ejemplo, las alineaciones pueden ubicarse en los extremos o en el centro; se puede dividir el plano general en cuatro, entre otras opciones muy positivas».

Lo más importante es que los especialistas contarán con el software cubano del béisbol, muy bien actualizado en este momento. El programa es capaz de enviar toda la información que se requiera para beneplácito de los aficionados sentados en las gradas.

La colocación de esta pantalla en el parque habanero mejorará sustancialmente el espectáculo, más allá del juego de béisbol propiamente. La presentación en tiempo real de imágenes del partido, la repetición de jugadas convenientemente y el impacto de musicales, spots de todo tipo, juegos de participación y materiales didácticos de la cultura física, entre otras variantes, transformará la experiencia de los espectadores y enfatizará el carácter transmedial del consumo de deportes en la contemporaneidad.

Por supuesto favorecerá la realización de eventos internacionales en el principal estadio de Cuba, una lógica y compartida aspiración de los aficionados y directivos de la pelota cubana.

Quizás en agosto, cuando se lance la voz de ¡play ball! en la 58 Serie Nacional, ya tengamos en el horizonte del left-center una majestuosa pieza en la cual observar mejor nuestro pasatiempo nacional, ese inigualable fenómeno sociocultural de la nación.

En cuanto a la estructura antigua que se levanta justo detrás de la pradera central, la idea es intervenirla artísticamente para dotar de mayor distinción al parque en que los sueños de millones de cubanos han volado hasta el infinito. Sobre eso escribiremos más adelante.

 

 



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